lunes, 17 de octubre de 2016

Tocado y flotando

- ¡Qué sufrimiento! -, me dijo la chica que estaba a mi lado al acabar la película.  - No -, le respondí mientras negaba también con la cabeza, aunque me da que no se percató de nada por la oscuridad de la sala. Y es que mi lectura fue la de soltar todo el sufrimiento permitiendo ese dolor que todos tememos. Una vez te abandonas a ese dolor inevitable, el sufrimiento se desvanece. También me quedo con lo de abrirnos a contar la verdad más simple, expresar aquello que sentimos sin miedo a nada…


Otras frases que quedaron guardadas en mi memoria fueron «a la gente le asusta aquello que no entiende» y «¿Qué es un sueño? ¿Y si todo lo demás fuera un sueño?». La película Un monstruo viene a verme me dejó tocado y flotando, levitando, permitiendo expresar aquello que durante este fin de semana ha aflorado. La verdad más simple está en mis manos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario