martes, 28 de abril de 2020

Mi nueva zona de confort

Empieza con la A de amor, continúa con la VI de vida y acaba con la ON de emoción. Quién me iba a decir a mí que AVIÓN estaría compuesto por amor, vida y emoción, tal vez por eso me siento como pez en el agua cuando me monto en uno de esos... Ayer también lo hubiera hecho, pero el vuelo fue cancelado para otra ocasión mejor. Así me gusta pensar...


No sabemos a ciencia cierta con qué nos vamos a encontrar cuando nos dejen salir de casa, pero la sensación es que ya va quedando menos para descubrir con nuestros propios ojos qué nueva realidad nos espera tras el confinamiento... Estar en casa se ha convertido en mi nueva zona de confort y ya va siendo hora de salir de ella para no acostumbrarme a lo cómodo, pues en la incomodidad es donde verdaderamente aprendemos...

viernes, 24 de abril de 2020

¡Gracias, Johanna!

El destino quiso que no pudiera acercarme a ti por las circunstancias que nos ha tocado vivir, el destino quiso que tuviera que decirte adiós desde la distancia, confinado en mi hogar. Y ayer te lloré, con mucha paz, pues vi un vídeo que me hizo recordar la linda amistad que se había forjado entre tú y yo. La vida quiso juntarnos durante un tiempo (demasiado corto, dice mi ego, lo justo y necesario, sonríe el ser que todo lo ve perfecto) para coincidir y aprender el uno del otro...

Siempre que tenías la oportunidad me dabas las gracias por lo que yo te aportaba y es un honor reflejarte en este escrito para dejar constancia de todo lo que tú a mí también me aportaste. Mi caballo ganador, te llegué a decir. Al final te ganaste mi corazón y te convertiste en una confidente con la que me abrí en canal, volví a sentir el cariño de alguien que me quiso de forma incondicional. Peleona, no quisiste soltar tus batallas que sabías que no te iban a llevar a nada, pero eras libre para escoger lo que quisieras y yo simplemente te observaba. Por aquí tal vez te podría ayudar, pero por aquí desde luego que no, ¿te acuerdas cuando te lo dije? En eso consiste el amor, en permitir ser libre a la otra persona...

Mi niña linda... Compartiste todo tu torbellino de emociones y siempre luchabas por un mundo mejor. Ahora, desde donde estés, estoy seguro de que estarás sonriendo al darte cuenta de que el mundo ya es perfecto tal y como es, a pesar del dolor que podamos experimentar. Y tu niña, tu niña siempre estará contigo, que es por lo que más temías. Ya no hay miedos, ahora sentirás paz, así te quiero sentir y visualizar, con esa gran sonrisa que explosionaba en tu cara...

Mi amada amiga, Playa Quemada la volví a descubrir gracias a ti y siempre me esperabas en la meta con una pancarta en cada una de mis carreras. ¿Acaso hice tanto por ti para merecer toda la admiración que me profesabas? Yo solamente cogí tu mano y te acompañé...


Hoy, si no hubiera estado confinado, estaría en un avión a punto de llegar a la ciudad del amor, Roma. Amor es lo que siempre me conectará contigo y con una sonrisa inmensa siempre te llevaré en mi corazón. ¡Gracias por tanto, querida Johanna!

jueves, 23 de abril de 2020

Prepárate para el día que pueda volver a abrazarte...

Leí que un abrazo, sobre todo un abrazo largo y cálido, de al menos seis segundos, genera la química del bienestar, como la oxitocina, comunica muchas emociones en muy poco tiempo y sin palabras, calma el estrés y fortalece el sistema inmunológico... Ay, prepárate para el día que pueda volverte a abrazar...


Mientras, si estamos solos y necesitamos ese contacto físico, una buena opción es acurrucarnos o, lo que es lo mismo, abrazarnos a nosotros mismos. Recuperar esa posición casi fetal nos relaja, nos devuelve a un momento de paz...

domingo, 19 de abril de 2020

¿Entonces qué, lo podré sacar a pasear?

El Presidente del Gobierno anunció ayer que a partir del 27 de abril los niños menores de doce años, acompañados por sus padres, podrán salir a la calle aunque sea un ratito a pasear. Con esta nueva medida tengo dudas y me hago una pregunta: ¿Y qué pasa con nuestro niño interior, también nos lo dejarán sacar? El mío  está bajo mi tutela y les prometo que lo estoy cuidando, además tiene muchísimas ganas de correr y jugar. ¿Entonces qué, lo podré sacar a pasear?


viernes, 17 de abril de 2020

En momentos de crisis...

Procuro estar atento a los pensamientos negativos para frenarlos en seco en cuanto aparecen, porque por más optimista que sea, algún que otro pensamiento se cuela sin darme cuenta. En su lugar, me pongo a visualizar para imaginar un futuro lleno de oportunidades...


Ahora toca visualizar el futuro que deseas en vez de saturarte con datos e información que no sabes si es falsa o cierta. Ya lo decía Albert Einstein: En momentos de crisis, la imaginación es más importante que el conocimiento. Pues eso, a visualizar...

martes, 14 de abril de 2020

Estar en una cárcel

Al principio de todo, la experiencia del confinamiento me hizo conectar con uno de mis miedos: estar en una cárcel. Ya sé que no es lo mismo, estoy encerrado en casa y no metido en una prisión, pero la privación de libertad me hizo abrazar esa emoción, respirarla, le permití que me hablara... Entonces cambié la actitud, la relación que yo tuviera conmigo mismo iba a determinar si estaba en una cárcel o no. Y me acordé de Nelson Mandela, que había vivido dicha experiencia en carne propia... El único que podía quitarme la libertad era yo mismo si hacía caso a mis pensamientos perdiendo así la paz mental...


Y de repente apareció hoy Nietzche para darme un regalo en forma de frase: “El mal amor a uno mismo hace de la soledad una cárcel”. Señoría, no tengo nada más que añadir...

viernes, 10 de abril de 2020

¿Cómo lo hubiera vivido ella?

Y cada vez que subo doy las gracias por haber descubierto un nuevo rincón de la casa, la azotea, un espacio para hacer ejercicio, improvisar un baño con un cubo de agua e imaginarme que estoy en una piscina o en la playa, ¡qué afortunado soy! Y mientras bronceaba la piel y miraba fijamente al sol, me vino al recuerdo, sonreí y me pregunté: ¿cómo hubiera vivido ella este proceso de confinamiento? La sentí tan cerca que por un momento me imaginé saltándome las normas para ir a su casa a escondidas y compartir unas risas... Sigues estando presente en mi corazón, querida Ángela...


miércoles, 8 de abril de 2020

Quiero vivir esto contigo...

Me acurruco entre tus brazos, así respiro mejor mi miedo, no me sueltes de la mano, sigue sosteniéndome para evitar caer en la turbulencia mental... Confío en ti, que sé que me envuelves y me acaricias sutilmente, confío en ti, desde que mi mirada se cruzó con la tuya siempre lo he hecho. A veces no te entiendo y suelto un no sé, no te voy a engañar, pero confío en ti y quiero vivir esto contigo, hasta el final...


jueves, 2 de abril de 2020

Jaque mate al miedo

Y siguiendo los consejos de mi gran amigo José Antonio Manchado, comencé una dieta para no nutrirme de información que pudiera contagiarme de miedos. Con un movimiento de alfil blindé mi corazón, lo puse a salvo; el salto del caballo sirvió para derribar la torre desde la que con un megáfono alguien gritaba lo mal que se estaba poniendo la cosa, así fue como dejé de escuchar noticias tan tóxicas; el peón siguió avanzando por la izquierda y se sacrificó por la reina para que esta tuviera tiempo de observar la partida y con un movimiento certero rematar la faena: jaque mate al miedo. Fuera miedos, ganó la vida, siempre gana la vida... 


miércoles, 1 de abril de 2020

¿Qué harías si hoy fuera el último día de tu vida?


Ayer propuse un ejercicio, contestar a una pregunta: ¿Qué harías si hoy fuera el último día de tu vida? No debían responder con lo que les gustaría hacer, como viajar o ir a la playa, recuerden que estamos confinados, sino con cosas que estaban a su alcance y que sí podían hacer…

Y yo también reflexioné sobre el ejercicio, aunque más que escribir, lo hice. Después de trabajar y almorzar, subí a la azotea, bendita azotea que hasta hace poco ni me acordaba que pertenecía a mi casa, y tomé el sol. Tuve ganas de refrescarme y por un momento pensé en bajar para llenar un barreño con agua, pero la mente perezosa me decía que no, otro día, sigue aquí tumbado sobre la toalla, hasta que me dije: ¿y si hoy es mi último día? Fue así como bajé, llené el balde y me lo eché por encima, como si hubiera entrado directamente en la marea, ¡qué sensación tan rica! Después una conversación con una gran amiga, un poco de deporte, qué bien me sienta el deporte, y para rematar la noche un concierto a través de una red social, nunca había experimentado eso, estar tan unidos a través de un medio tan virtual, ¿qué mejor manera que acabar mi existencia con música celestial? Porque ella cantaba como una diosa terrenal… Brindé con una copa de vino, uno de mis preferidos, ¡qué maravilla! Y al acostarme no me olvidé de agradecer a ciertas personas todo lo compartido con ellas. No me hizo falta llamarlas, solo enviarles un mensaje: ¡Gracias por todo, gracias por tu amistad! ¿Hay mejor forma de acabar que agradeciendo? 


Hoy volví a despertar, ayer no fue mi último día, ¡gracias!, tengo una nueva oportunidad…