martes, 30 de agosto de 2016

La cara de mi madre

Después de estar un rato en casa de mis padres me despedí: – Bueno mamá, me voy a la playa a llevar al niño –. – ¿A quién, a tu ahijado? –, me preguntó curiosa. – No, a mí –, le respondí sonriente mientras me daba golpecitos en el pecho. Entonces mi madre puso tal cara de circunstancias que soltó por su boca: – ¡Ay Dios, que se me está volviendo loco!


Y después en la playa empecé a reírme a carcajadas al imaginarme que mi madre asoció esa respuesta a ese curso “de cosas raras”, según ella, que hice este fin de semana, aunque eso no deja de ser también una interpretación por mi parte. Así que dejémonos de suponer y sólo quiero expresar lo que siento con seguridad; amo a mi madre porque, hasta el día de hoy, me deja ser libre para ser lo que quiera y estar donde quiera; ser y estar. Gracias, mamá…

viernes, 26 de agosto de 2016

¡Me subí!

Justo ayer terminaron las fiestas de San Ginés y pudimos disfrutar de un fantástico concierto de Rosario Flores. Aunque nos quedamos con las ganas de escuchar su maravilloso "gato", la belleza de las letras de sus otras canciones y su entrega en el escenario, hizo que nos fuéramos con un inmejorable sabor de boca, aunque por el simple hecho de comernos un bocata de tortilla en la playa antes del espectáculo musical, ya valió la pena. Y después, los fuegos artificiales...


Pero este año también disfruté de un día de feria. Una niña pequeña consiguió convencer a ese adulto vergonzoso que también llevo en mí y arrastró a mi niño interior para juntos subirnos en una atracción. ¡Sí, me subí en una montaña rusa! Qué rápido se deja convencer ese adulto, será que cada vez tiene menos resistencias. Y no saben lo que me llegué a reír, hasta me dolió la barriga de tanto reír...

miércoles, 24 de agosto de 2016

Del júbilo al silencio

Me cuesta decir no a realizar algo por primera vez. Sí, me encanta probar nuevas experiencias y ayer tuvo lugar otra de ellas: el parascending. Eso de lanzarse con un globo enganchado a una lancha motora nada tuvo que ver con lo que yo me imaginaba…


De la adrenalina y júbilo inicial, pasamos a un silencio total…




Pues allá arriba el silencio fue brutal. Fue como experimentar la sensación de estar en el mundo pero sin ser de este mundo. Con las manos sueltas te podías balancear con las cuerdas, mientras disfrutabas de una vista de pájaro maravillosa. Volando, volando y en silencio, porque nuestros gritos iniciales se ahogaron. No había necesidad de chillar de alegría o por los nervios de estar tan arriba, sólo sentía ganas de callar...




Allá arriba, las cosas se ven y sienten de manera muy diferente. Una experiencia altamente recomendable…


lunes, 22 de agosto de 2016

Espíritu deportivo

El sábado hice mi cuarta travesía y volví a disfrutarla. Aunque en los primeros metros el saboteador interno siempre trata de decirme que no lo voy a conseguir, conforme avanza la prueba me voy sintiendo con más fuerza y confianza, confiado en que puedo llegar a la meta. Esta vez no me desorienté y me dio tiempo hasta de parar y posar para la prensa. Incluso saludé a mi amigo el de la piragua. Ya te digo yo, que cada travesía tiene un sello particular…





Pero hoy, además, quiero compartir el buen rato que viví ayer en Famara. Fui a animar a mi motivador oficial, mi compañero de natación, y también me encontré allí con Bárbara, todo un ejemplo de superación y espíritu deportivo



A pesar de las cervezas que me tomé, me sentía en un ambiente sano. Por momentos he estado agotado, pero después me recargo de energía para seguir avanzando. Ya queda menos...

jueves, 18 de agosto de 2016

Embarazado

Una cosa que me ayudó muchísimo fue simular que estaba embarazado. Mientras los vómitos hacían acto de presencia, a mí me gustaba imaginar que eran producto del embarazo y que pronto acabarían. No iba a tener un bebé, sino la sanación que tanto deseaba. Y esta llegó…


Y ahora también siento que estoy embarazado. El proceso de creación del libro, mi hijo, está siendo maravilloso. Conforme avanzan los meses, soy testigo de la forma y fuerza que va cogiendo. Conforme pasa el tiempo, más enamorado me siento. Aún no he elegido a la matrona que me ayudará en su alumbramiento, pero sí tiene un padre y muchos ángeles que velan por su salud para que llegue a buen puerto. Sólo deseo que mi hijo sea una gran bendición y aporte valor al mundo. Y siento que me sonríe desde dentro…

miércoles, 17 de agosto de 2016

Recordando a Patricia

Fue ver el cartel y acordarme de ella, cuando decía que había que disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Siempre en mi corazón, mi querida Patricia…


martes, 16 de agosto de 2016

Isla de Lobos

Estaba tan entusiasmado por recorrer Isla de Lobos y descubrir nuevos rincones por primera vez en mi vida, que no me importó andar con chanclas, pero al rato me empezaron a molestar…


De repente me encontré en la otra punta de la isla con heridas en los pies, así que tenía dos opciones: seguir con las cholas y que las rozaduras se hicieran más profundas, o andar descalzo a pesar de las piedras que adornaban el camino de tierra. Pero en seguida me dije que si he sido capaz de caminar sobre cristales o brazas sin cortarme ni quemarme, esto lo iba a conseguir seguro. Y así fue...




No hay nada como recordar las experiencias pasadas para que cualquier cosa que a priori vea imposible, la transforme en posible…

viernes, 12 de agosto de 2016

Los niveles de la gratitud

He aquí los tres niveles de la gratitud:

Agradecer las cosas que actualmente forman parte de nuestra vida y complementan nuestro bienestar, por ejemplo: agradecer la salud que tenemos, la casa que nos cobija o el coche que nos lleva a cualquier lado. Agradecer que podemos caminar o que podemos ver y escuchar. Se trata de dar las gracias por esas cosas que solemos pasar por alto, pero que son importantísimas y las echaríamos de menos si no las tuviéramos (Gratitud 1.0).

Agradecer todo aquello que nos pasa, aunque aparentemente sea malo, porque confiamos en que será para nuestro máximo beneficio (Gratitud 2.0). ¡Cuánta resistencia tenemos para agradecer algo que a priori no queremos! Pero con el tiempo, quizás comprendamos que fue lo mejor que podía pasarnos…


Agradecer aquello que deseamos como si ya hubiera pasado (Gratitud 3.0). Interesante, muy interesante. Así que si tienes un sueño y estás emprendiendo las acciones necesarias para conseguirlo, siente por unos minutos cómo te sentirías si ya lo hubieras logrado. Y da las gracias, siente la gratitud infinita que te embarga…


jueves, 11 de agosto de 2016

El día de Mireia

Hace cuatro años, la que por entonces era mi pareja, me dijo que Mireia era la única que me había hecho sonreír. Pasó durante los Juegos Olímpicos de Londres, allá por agosto del año 2012, cuando justo estaba pasando mi particular calvario de pruebas médicas que determinarían mi diagnóstico. Recuerdo estar viendo las carreras de natación y emocionarme de alegría al ver cómo Mireia ganaba una medalla. A punto estuvo del oro, pero no, tuvo que conformarse con la plata, aunque como fue inesperada yo la celebré como un auténtico oro. Fue un soplo de aire fresco en medio de la tempestad…

Y ayer ganó, por fin, ese ansiado oro que tanto buscaba. Y no fue fácil, pues por el camino ha tenido que sobreponerse a las lesiones y entrenar duro, muy duro. Desde aquel entonces me he convertido en un fan incondicional, y ahora que yo también nado y sé el esfuerzo que ello conlleva, más valoro todo lo que ha conseguido. Me enamoró su tesón y sus ganas de mejorar, y me maravilló la manera de enfocarse en su gran objetivo, el oro olímpico, trabajando a destajo durante este ciclo para alcanzarlo. El día de Mireia, ese que tenía bien marcado en el calendario, había llegado. Una única oportunidad para lograrlo, dos minutos y escasos segundos para volcarlo todo, absolutamente todo. Y la vida la ha recompensado…


Aunque siento que la vida siempre te recompensa, dándote lo que necesitas en cada momento, así que si hubiera perdido otra enseñanza más tendría, porque “a veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte” (Dalai Lama).


Lo que más me gustaba de lo que leía de ella es que siempre se iba a la cama visualizando la carrera y la medalla, al igual que yo visualizaba cada noche cómo sanaba. Y ayer también utilicé la técnica de la visualización, porque justo lo que estás leyendo hoy lo escribí ayer, antes de la carrera.  Anoche también me fui a la cama imaginando que ganaba. Esta mañana, al despertarme muy temprano, confirmé la noticia: el sueño de Mireia Belmonte se hizo realidad, en esta aparente realidad…


martes, 9 de agosto de 2016

La primera en hablarnos

Esa es la intuición, la primera en hablarnos

“Puede ser una primera impresión, la primera imagen, frase o sensación. Habla en voz bien baja y lo hace sólo una vez. Es rápida y sutil, inefable y tenue como el alma. Podemos pillarla a tiempo o dejarla pasar. Son impulsos, presentimientos que todos tenemos, y que por más irracionales que puedan parecer en un momento dado, si los seguimos nunca nos equivocamos”.

La mente racional, esa que no para de hablar, tratará siempre de despistarnos para que no escuchemos los vitales consejos que llegan desde lo más adentro. Presentará una artillería de razones y excusas que te harán dudar, pero si cuestionamos los mensajes de la intuición desde la voz del intelecto, tarde o temprano lo lamentaremos.

“La intuición es nuestra mejor amiga. Cuando seguimos a esta fiel y sabia compañera, siempre estamos en el lugar correcto, haciendo lo adecuado. Y todo se torna mágico, pues nuestra vida está plena de eventos sincronizados”. («El amor de tu vida»)


En mi caso fue como un rayo, un susurro que llegaba desde dentro: "Hazlo, este es el momento. Ahora o nunca". Ahora sé que quien me hablaba era mi fiel intuición...

lunes, 8 de agosto de 2016

¿Cuántos metros hice?

Si algo aprendí ayer es que aunque tengas fuerza y entusiasmo por llegar a la meta, de vez en cuando sería interesante parar para ver si estás en la dirección correcta o te tienes que desviar. Y es que ayer nadé con ímpetu pero acabé desorientado en medio del mar, cruzándome con gente que iba en otra dirección, cuando se supone que todos debíamos ir en la misma, o cogiendo el camino más largo en vez de acortar distancia. ¿Cuántos metros hice? No tengo ni idea. Se supone que eran 1200, pero me da la sensación de que hice muchísimo más, a tenor de lo que marcaba el cronómetro. Tuve tiempo de perdonar, de ver hamacas en el fondo del mar, de imaginarme a mi amiga Cristina transmitiéndome buenas vibraciones desde el avión que esa mañana cogió, de reencontrarme con amigos a los que hacía tiempo que no veía, que lo pude divisar cuando saqué la cabeza para respirar. Sí, todo eso mientras nadaba, incluso ese amigo a punto estuvo de golpearme con su piragua porque la corriente lo arrastraba, pero de eso me enteré a la llegada, porque yo no paraba. Estaba tan centrado en mi respiración, que fluía como nunca, que incluso llegué a la meta unos cuantos metros desviado y tuvieron que avisarme con el silbato…



A pesar de todas esas anécdotas que las sigo recordando con una sonrisa en la cara, disfrutar del camino hasta llegar a la meta fue el verdadero éxito...

viernes, 5 de agosto de 2016

El amor de tu vida

No puedo dejar de dar las gracias a Sonia por haberme prestado el libro «El amor de tu vida» de Enriqueta Olivari. Sus textos son de una belleza incalculable y la comprensión que me está dando es impresionante. Por aquí voy a compartir un pequeño extracto:

“A veces tenemos ciertas resistencias a perdonar. Pensamos que si nos perdonamos o perdonamos a alguien, le estaremos quitando importancia a lo sucedido. Pero en realidad no se trata de perdonar lo que uno mismo o el otro hizo. Se trata de perdonar el porqué actuamos de determinado modo. Si abres tu corazón de verdad a alguien, por ejemplo, y esa persona te engaña y te traiciona, quizás te resulte difícil perdonarle, pues tu mente te dirá que lo que ha hecho es injusto y cruel. Imperdonable. Al fin de cuentas tú le entregaste lo mejor de ti, y le amaste de verdad. Pero si expresas la ira y el profundo dolor que quizás sientas, y luego meditas acerca de todas las lecciones que esa experiencia te trae y las integras, el perdón llegará de un modo fácil, sin esfuerzo.
No perdonas la traición en sí misma, sino los motivos que le llevaron a esa persona a actuar de aquel modo. Quizás haya sido el miedo a estar vulnerable y abrirse de verdad. O tal vez la persona no se sentía merecedora de tu Amor, pues se sentía culpable de sus “errores” pasados, o simplemente no se amaba a sí misma lo suficiente. Entonces puedes ponerte en su lugar, puedes comprender sus limitaciones, y perdonarle por esas razones se torna más fácil. La persona estaba, sencillamente, asustada y herida. Entonces guardarás en tu memoria y en el corazón todos aquellos momentos hermosos y mágicos compartidos, y todo lo demás caerá en el olvido por sí mismo. También irás comprendiendo que los demás son apenas tu espejo. Y cuando el otro actúa de un modo que te hiere de alguna manera, te está mostrando, aún sin ser consciente, algo que debes sanar en ti mismo”.


Y qué más quieren que les diga, que me he quedado a gusto transcribiendo el texto. Feliz día...

miércoles, 3 de agosto de 2016

Los tentáculos de un pulpo

Los tentáculos de un pulpo no se enfadan entre ellos. Tampoco se comparan por su longitud o mirando a ver quién tiene más ventosas. Todos parten del centro, el tronco y la cabeza, que simbolizaría la consciencia colectiva.


Con los humanos pasa exactamente igual. Aparentemente estamos separados pero procedemos de la misma unidad y, por tanto, todos somos uno. ¿Por qué entonces tanta lucha y rivalidad entre nosotros mismos?


Ayer también leí esto: “El Amor despliega las alas de nuestro corazón, pues en realidad somos ángeles humanos intentando recordar cómo ser el Amor, y cómo manifestarlo aquí, en la Tierra”.

martes, 2 de agosto de 2016

¿Hacia dónde van mis pasos?

Ayer hablando de caminar y por la noche me encontré con esta frase: “El primer paso no te lleva a donde quieres ir…pero te saca de donde estás”. Y esta mañana me sorprenden con una foto, un loco saltando en una carretera, que me ha hecho saltar de la emoción en mi propia casa. Cosas que pasan. ¿Hacia dónde van mis pasos? No sé…


lunes, 1 de agosto de 2016

¿Qué hay detrás?

Caminando me pongo a visualizar cómo puede ser ese gran día en el que el libro se presentará. Me imagino lo que diré, la gente que vendrá, los comentarios que suscitará. Todo eso mientras camino. Caminando también he ido hoy a registrar el borrador del libro, un pasito más para conseguir el objetivo.


Y caminando también trato de escuchar qué hay detrás de los síntomas que me siguen, qué querrán decirme. ¿Será miedo a la soledad? ¿Serán emociones reprimidas? Caminando me abrazo a la vida…