lunes, 29 de septiembre de 2014

Un abrazo pendiente

Termino el mes de septiembre contando que ayer fui a tomarme un té con mi amiga Carla y le dí ese abrazo que teníamos pendiente. Hablamos de todo un poco, pero sobre todo de que es posible sentir en tu corazón a esas personas que han trascendido a otro mundo. Esas personas se han ido pero están aquí, aunque no las veamos. Yo, como tal, no lo he experimentado, pero sé de gente muy cercana que sí lo hace constantemente y les llena de paz, así que sería un inmenso regalo para todos aquellos que echen de menos a alguien...

Y también fui al hospital a hacer visitas inesperadas. Si algo me enseñaron una vez es que no hay que luchar contra ninguna enfermedad, si acaso luchar contra tus miedos para que no te impidan avanzar. Dicen que la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre. La vida te ama y simplemente quiere que te conectes y bailes con ella...


Todo va a ir bien, ya lo verás...

La risa de Dios

Cada viernes, un compañero de trabajo se suele despedir de mí preguntándome por las cenas o comidas que tengo ese finde y yo le respondo que una, dos, tres o no sé, porque a veces no tengo ninguna planeada pero puede surgir a lo largo del fin de semana. Y a lo mejor resulta que tuve una, dos, tres o ninguna, porque las cosas que están planeadas algunas veces pueden salir y otras ser canceladas. Y me lío con esto de los planes porque hay una frase que me encanta: “si quieres oír la risa de Dios, cuéntale tus planes”. Desde un personaje puedes planificar todo lo que quieras, pero la vida te llevará a donde tengas que ir. Y es que hay cosas que salen adelante y otras que se atascan, como una obra de teatro en la que voy a participar, que empezamos los ensayos el pasado mes de marzo pero después se han parado a la espera de completar el casting. Pues debe ser que ahora no es el momento y se retomarán cuando se tengan que retomar. O mis viajes, que los suelo organizar con bastante antelación, pero después esos viajes pueden salir o no, porque no sé qué pasará cuando llegue la fecha. Yo sé los planes que hago, pero el de arriba se estará estallando de la risa porque al final pasará lo que tenga que pasar...


jueves, 25 de septiembre de 2014

Yo lo veo así

Yo lo veo así. Desde que me dijeron la frase “pase lo que pase, será lo mejor para ti”, siempre me acuerdo de ella cuando me sucede algo como lo que tengo ahora, una molestia en la zona de las dorsales. Claro que preferiría no tener esa molestia, pero si la tengo será por algo, al menos eso es lo que me repito. Y además sé cómo se produjo esa contractura, porque sentí miedo en lugar de dejar que las cosas fluyeran. Al salir de la ducha y respirar sentí como un bloqueo, como si al respirar profundamente mi corazón fuera a estallar, y en lugar de dejarlo ser me invadió el miedo, contraje los músculos y el resultado es el que tengo. Esto es una tecla, a veces hay blancas y otras veces negras, pero confío en que todo lo que sucede es bueno para mí, al menos eso intento y evito hacerle caso a ese tambor de guerra interno, que intenta meterme miedo y estar en conflicto. De momento esto ha hecho que cambien mis planes y hoy asista a una experiencia que espero sea gratificante y me sirva de aprendizaje...

Hay que echar mano de las herramientas...

miércoles, 24 de septiembre de 2014

2º Aniversario

Tal día como hoy hace dos años comencé mi andadura en este blog. A veces he contado en público cuál fue el motivo que me llevó a abrir este rinconcito, pero creo que nunca lo he escrito. Realmente no fue iniciativa mía, sino que me lo recomendaron para informar a todos aquellos que constantemente querían saber sobre mi reto y proceso. Esa atención y preocupación que me prestaban era reconfortante, pero a la vez agotadora, sobre todo al principio, porque a veces querían saber más de lo que yo mismo sabía...

Pero si yo no tengo idea de blogs, le dije. Es muy fácil, yo te lo abro y te explico lo básico, me respondió. Recuerdo que eso fue un viernes y al lunes siguiente, un 24 de septiembre de 2012, escribí mi primera entrada, una entrada en la que anunciaba lo que tenía y que mi propósito era sanar...

Te recomiendo que no estés hablando constantemente del tema, me dijeron al día siguiente. Ay, pues acabo de abrir un blog, le contesté. Depende de cómo lo enfoques. Si lo haces desde un punto optimista y positivo será una gran herramienta a tu favor. Pues me gustaría que le echaras un vistazo. Y así lo hizo y me dio su consentimiento...

Y todo lo demás vino rodado. Escribía siempre que me apetecía sobre lo que iba sucediendo cada día, sobre lo que aprendía y descubría, sobre mis sesiones de belleza, sobre la gente que conocía y que me servían de guía, sobre mis emociones, porque reí, lloré y me emocioné. Los sentimientos a flor de piel, como se suele decir. Y este blog, que pensaba que sólo lo leían unos pocos conocidos, a día de hoy tiene más de 41.000 visitas, así que alguien más lo estará leyendo, gente que he ido conociendo y otros tantos que me siguen en la distancia. A todos, gracias...

Y si sigo escribiendo es principalmente porque me ha ayudado y me sigue ayudando. Es una parte de mí. Me hace reír, llorar y emocionarme. Me hace vivir. Estoy vivo y doy gracias cada día que escribo. ¡Feliz segundo cumpleaños!


martes, 23 de septiembre de 2014

La práctica de la ira

En el retiro aprendimos una meditación que me llamó poderosamente la atención: la práctica de la ira. La rabia o enfado se produce básicamente cuando no aceptamos algo que ha ocurrido. Aceptar no es estar de acuerdo con lo que sucedió, sino simplemente escoger la paz y evitar el conflicto, porque lo que pasó no se puede cambiar, no pudo ser de otra manera...

Cuando estemos enrabietados con una persona o situación deberemos cerrar los ojos y decir interiormente:

Al sentir el calor de la ira en este momento cierro los ojos y miro al futuro y me pregunto: ¿Dentro de 300 años dónde estarás? ¿Dónde estaré?

A mí lo de los 300 años me pareció brillante, porque dentro de 300 años yo no estaré aquí, en este mundo de formas, y dentro de 300 años tampoco lo estará la persona o situación que me está provocando la ira. Dentro de 300 años todas las formas desaparecerán. Por eso me resultó muy significativa la meditación, porque cuando te planteas dónde estarás todo se desvanece, no nos lleva a nada estar en conflicto. Si hubieran sido 50 tal vez seguiríamos por aquí, pero con 300 es físicamente imposible que estemos en este mundo, pero nunca se sabe y, aunque estuviéramos, la ira no nos lleva a nada, sólo a destruirnos interiormente. ¿Tiene sentido entonces tener ira o estar enfadados? Para mí no...


lunes, 22 de septiembre de 2014

El plan B

La pendiente era empinada, pero estaba convencido de que la vista merecía la pena...


Y allí estaba, frente a mí, Alegranza...


Como se canceló la excursión que tenía reservada para pasar el día en el segundo islote más grande del Archipiélago Chinijo, recurrí al plan B y conseguí estar lo más cerca que pude de esta isla con nombre alegre... 


De caminata hasta las Conchas, al norte de la Graciosa, me dio por subir la montaña que descansa en un lateral de la playa y disfrutar de unas vistas increíbles...


Al oeste Montaña Clara y Roque del Oeste...


Al este...el imperceptible Roque del Este... 


Al sur el resto de La Graciosa y Lanzarote...


Gran caminata, gran día. Hasta un recuerdo dejé...





viernes, 19 de septiembre de 2014

Contemplando el amanecer

Sigo con mis días post retiro y tengo muchas cosas para escribir y compartir, pero hoy hago una parada para disfrutar de este nuevo amanecer...

Mis dos compis y yo quedamos sobre las 7 de la mañana cerca de nuestro trabajo para maravillarnos con la salida del sol. Al frente estaba naciendo el amanecer, claro, sin nubes que lo ocultaran, y nosotros sentados sobre el muro siendo testigos de tal belleza...


Después decidimos cambiarnos de lugar para tener una mejor vista de la estampa. Múltiples colores adornaban el cielo y fotografiábamos el momento, aunque es verdad que en la cámara sale de una forma y en directo de otra, pero lo bello es bello en cualquiera de sus formas...



Y ya de vuelta al trabajo, una respuesta quedó grabada en mi memoria. Una de mis compañeras dice que todavía no sabe lo que quiere ser de mayor y el otro responde: a veces simplemente hay que ser. Gracias, Gracias, Gracias...

jueves, 18 de septiembre de 2014

El pluscuamperfecto

Creo que ningún otro idioma tiene tantos tiempos verbales en pasado como el castellano: que si iba, que si fui, que si he ido o había ido...pero hay uno especialmente que utilizamos a menudo, el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo, el famoso hubiera o hubiese. ¡Qué nos encanta utilizar esta forma verbal cuando nos lamentamos o culpamos por algo que sucedió en el pasado, intentando cambiarlo, cuando sabemos que el pasado no se puede cambiar, porque lo que pasó, pasó! Incluso a veces no utilizamos una de las dos formas posibles, el hubiera o hubiese, sino las dos a la vez, para enfatizar más nuestra culpa o lamento: si hubiera o hubiese hecho eso, seguro que no habría pasado nada; si hubiera o hubiese ido con él, seguro que no le habría ocurrido nada; si hubiera o hubiese...

Pero ya tengo el antídoto perfecto para desmontar este tiempo verbal más que perfecto, pluscuamperfecto: no pudo ser de otra manera. Esa es la clave, dejar de escuchar esos tambores internos de guerra y elegir la paz. Tuvo que ser así y no de otra manera...


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Te doy un abrazo

Antes de abrazar a alguien siempre me gusta mirarle a los ojos. Después, con cada inspiración que hago, siento que estoy absorbiendo todo el sufrimiento de esa persona, y con cada exhalación le proyecto luz y buenos deseos. Así el tiempo que haga falta, inspirando y exhalando, quitando sufrimiento y regalando luz. O simplemente puedes abrazar a alguien y decir interiormente “te amo”. Estás disfrutando de ese momento en el que el tiempo se para...


Si quieres probarlo yo te doy un abrazo, un abrazo consciente, de esos que quitan el sentío...

martes, 16 de septiembre de 2014

La madre naturaleza

Dice Rumi que “el corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega”...

Hay una melodía con la que conecto de forma intensa, que nada más escucharla me lleva a lugares insospechados, jamás pensados, que me hace perder el control. Los tambores resuenan en mis recuerdos y mi cuerpo se sigue moviendo. Esa melodía siempre ha estado ahí, en lo más profundo de mi corazón. La madre naturaleza me abraza por dentro...


Y es que hay cosas que no se pueden explicar, simplemente experimentar...

viernes, 12 de septiembre de 2014

Los estados del whatsapp

En unas horas cogeré un avión para irme de retiro y ayer subí al Islote para estar un rato con mi familia. Mi sobrino aprovechó para jugar conmigo a todo lo que podía: a las cartas, el baloncesto...y en medio de tanto juego, le digo si le puedo preguntar algo. Como me contestó que sí, aproveché para preguntarle por “su novia”, porque últimamente había escuchado que la cosa estaba un poco revuelta. Ah, nada, me contesta, ya no estamos juntos, ¿no has visto mi estado de whatsapp? No, le contesté, ¿y eso por qué?. Se fue con otro. ¿Pero estás bien? Sí, claro. Pues me alegro de que te lo tomes así, esa es la actitud, estar bien independientemente de si tienes novia o no. Entonces me da por mirar su estado y ponía: solos mis amigos y yo...y un emoticón guiñando un ojo. Siempre aprendiendo de mi sobrino. Un adulto hubiera hecho un auténtico drama, cargando su rabia contra ese otro por haberlo dejado o haciéndose la víctima por ser el dejado, pero mi sobrino, de 11 años, a otra cosa mariposa...


Ahora acabo de mirar otra vez su estado para confirmar lo que ponía y justo lo acaba de cambiar por: al infinito y más allá... Será porque sabe que me voy de viaje y ayer se despidió de mí diciéndome que tenía suerte de viajar tanto, que lo tenía que llevar algún día. Pues algún día llegará...

Las respuestas llegan...y el programa hasta es divertido. Si lo escuchas bien sin identificarte con él, incluso te puedes partir de risa...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

De espaldas a la ola


La verdad es que estos primeros días de septiembre están siendo fabulosos para ir a la playa, y ya que el verano está llegando a su fin, hay que aprovechar cualquier oportunidad para disfrutar de ella...

El sábado estuve en Famara y el mar estaba en aparente calma. No soplaba el viento y las olas escaseaban, pero cada ciertos minutos se formaba una gran ola gigante, de unos cuantos metros de altura, para deleite y disfrute de los bañistas que jugaban con ella. Yo era uno de esos bañistas y esperaba atento la formación de la ola para recibirla y saltar por encima de ella. ¡Qué sensación cuando el agua te eleva y tus pies se despegan del suelo arenoso! Así una y otra vez, como un niño pequeño, jugando como todos los demás que estaban en la orilla. Y después probé a ponerme de espaldas a la ola. No veía lo que venía, sino las caras de sorpresa de la gente asombradas por el tamaño de la ola o preparadas para saltar o zambullirse a su paso. Yo seguía de espaldas, sin los pies en contacto con el suelo, sintiendo como el agua me arrastraba hacia dentro y la ola me envolvía en su interior, confiando en ella. Así una y otra vez, como un niño pequeño...

Y ayer cambié de paseo y me fui a la cabecera de pista para volver a sentir la fuerza de un avión por encima de mí...


martes, 9 de septiembre de 2014

Haciendo el cristo

Ayer quería ver la puesta de sol en Famara, pero no sólo vi la puesta de sol, sino que además seguí la recomendación que me hizo Jezabel...

Aprovechando que estaba la marea tan vacía, me metí en uno de esos charcos que se forman en la orilla y me puse a hacer el cristo, flotando sobre el agua. Todo mi cuerpo, excepto la cara, estaba bajo el agua. Es curioso, pero cuando pones los oídos bajo el agua dejas de escuchar el ruido de alrededor, pero en cambio sí puedes escuchar otros sonidos con una claridad tal que hasta asombra, como el latir de tu corazón. Un sonido nítido, armónico. Mi cuerpo flotaba y yo sentía que estaba en una nave espacial, moviéndome ligeramente sin estar anclado por la gravedad. Y si alguien viene y te asusta...no sé. Y si te roban la toalla...no sé. A todo pensamiento que venía con la intención de sacarme de allí le decía no sé. Y después de un rato, cuando abrí los ojos y me incorporé...no sabía dónde estaba, todo lo ves y sientes diferente...


A veces no sabes lo que quieres, pero a veces tampoco hay que decidir lo que queremos porque todo lo que pasa es perfecto tal y como es...

viernes, 5 de septiembre de 2014

Vaciando la hucha

¿Recuerdan la hucha de la vida, aquella que iba a llenar poniendo dinero cada día por simplemente estar vivo? Pues ya está llena y ahora toca vaciarla para seguir llenándola...

¿Y cómo voy a gastar ese dinero? Con algo que me encante, porque me lo merezco. Y el primero de los regalos ya ha llegado...


Voy a celebrar la vida escuchando las canciones de Rosana Arbelo. ¿Qué mejor manera de celebrarlo? Feliz fin de semana...

jueves, 4 de septiembre de 2014

No entiende el NO

Ojito con lo que pedimos porque el universo no entiende la palabra NO. Si decimos que no queremos sufrir más, probablemente seguiremos viviendo experiencias de sufrimiento. Si pedimos que no queremos estar enfermos, probablemente seguiremos enfermos. Si imploramos que no queremos que nos pase eso, probablemente nos pasará eso que tanto temíamos. Es como si el no se volviera invisible y no tuviera ningún efecto en la frase, así que mejor darle un sentido positivo a nuestras peticiones, mejor decir que queremos ser felices, o que queremos estar sanos, o que queremos estar en compañía en lugar de decir que no queremos estar solos. Recuerda, el universo no entiende la palabra NO...


miércoles, 3 de septiembre de 2014

El GPS interior

Decido leer un capítulo al azar de “Sea más feliz que el Dalai Lama” y me sale el del GPS interior, así que desde hace poco estoy observando esa especie de indicador que tenemos dentro y que me indica si estoy conectado o no de mi camino...


Simplemente hay que guiarnos por nuestro sentir y, básicamente, hay dos tipos de sentir: el que está conectado con la paz (Amor) y el que está en la senda del conflicto (miedo). Ante una decisión que tomar intento escuchar mi corazón y elegir la opción acertada. A veces es verdad que no noto ninguna diferencia si decido hacer una cosa u otra, pero en ocasiones, como la última que experimenté, sí que sentí la diferencia. Después de plantearme si escoger la opción A o B me decanté por la A, pero al rato mi pecho se empezó a oprimir, típica sensación de que estás en conflicto, por lo que inmediatamente me percaté de que tal vez la decisión correcta fuera la B, así que decidí ir por la B y empecé a sentir paz y expansión, típica sensación de que estás en el camino del amor...

De todas formas, decidamos lo que decidamos bien decidido estará y será un aprendizaje...

martes, 2 de septiembre de 2014

La huerta ecológica


Ayer fui a casa de mis padres, después de un largo fin de semana sin ir a visitarlos, y ahí estaba mi madre preguntándose si estaba muerto porque no había pasado por allí, y cuando la perra se puso loca de contenta saltando frente a mí, mi madre volvía a apostillar diciendo que era normal porque no me había visto desde hacía un montón, jajaja, será que me echan de menos...

Pues ayer volví al Islote, entre otras cosas, para recoger algunos productos de la huerta ecológica que he pedido a mis padres que hagan, porque yo de plantar como que no tengo mucha idea, y ya está dando sus primeros frutos: calabacines, berenjenas, tomates, pimientos y hasta piñas tropicales...




Y cada vez que voy a recoger algo de la huerta, me acuerdo mucho de la conversación que tuve con mi amiga Carlota, que su padre le decía desde niña algo así como que el secreto de nuestra salud y bienestar estaba en la tierra, que era nuestra fuente de riqueza. La madre naturaleza nos provee de lo mejor. Además, más bueno y más barato...