lunes, 3 de octubre de 2016

Día 1: Abrazando la vida

Así empezamos, pero creo que llegamos algo cambiados...



Ese día simplemente cogeríamos un vuelo para llegar a Madrid, porque realmente la aventura comenzaría al día siguiente, pero lo anecdótico fue cuando llegamos al aeropuerto de Barajas y me da por pronunciar en español el nombre de la compañía en la que volamos: Ryanair. Bien podría ser: rían air, rían ahí, ríanse..., que coincidía con el consejo que nos dieron, que nos riéramos mucho. Sí, ya puedo adelantar que la risa fue nuestra baza principal, sobre todo reírnos de nosotros mismos.

Y cuando llegamos al hotel, mi compañera me daría una gran sorpresa, una camiseta con un corazón impreso y una frase muy relacionada con el título del libro que pronto estará con nosotros: abrazando la vida. Mejor comienzo imposible, con regalo incluido.


También compartimos una cena en el Restaurante la Tagliatella: pan de la casa (con cebolla, tomate y aceitunas), ensalada y pizza. De postre crepe de helado de vainilla con catanias, que no sabía lo que era y lo quisimos buscar en Internet. Es un dulce seco típico de Villafranca del Panadés a base de almendras. ¡Qué ingenuo! Los siguientes días tampoco sabría exactamente lo que me metería en la boca...

Y una nutritiva conversación, una conversación que nos serviría como punto de partida para saber lo que queríamos sanar...

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