martes, 31 de mayo de 2016

¿Un barrio peligroso?

En uno de esos paseos que me di conmigo por Lorca, me adentré en un barrio que me llamó la atención porque a la gente la sentí apática y sin ganas de nada, como viendo el tiempo pasar, mientras que en el cielo ocurría todo lo contrario, observando a unas golondrinas que no paraban de volar. A veces la gente nace en un pueblo y se acomoda en ese pueblo sin conocer más nada, y por eso me sentí afortunado, porque he traspasado las fronteras de la zona donde nací y he podido descubrir lo que hay más allá.


El caso es que cuando regresé y les conté a mis amigos por dónde estuve, casi les da algo y me dijeron que de milagro no me atracaron. Al parecer es un barrio muy peligroso y los locales no se atreven a ir por allí, pero yo lo hice y no me ocurrió nada, es más, saludaba a la gente que me iba encontrando por el camino aunque ellos no me devolvieran el saludo, totalmente ajeno al ¿peligro? Instantáneamente me acordé de una historia que escuché una vez:

“Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna helada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua quedando atrapado. El otro niño, viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso.
- Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y sus manos tan pequeñas, afirmaron.
En ese instante apareció un anciano y dijo:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo?, preguntó alguien.
- No había nadie a su alrededor para decirle que era imposible”.


En mi caso nadie me dijo que era peligroso y por eso lo hice. Si llego a tener esa información antes, la experiencia hubiera sido totalmente diferente o ni siquiera lo hubiera intentado por temor a que me pasara algo. Sí, otra experiencia más en el bolsillo ;-)

lunes, 30 de mayo de 2016

Dar y recibir

Y ya de vuelta a Lanzarote no me queda más sino agradecer por esta semana tan intensa, aún sabiendo de que con las palabras no quedará ni remotamente reflejado todo lo experimentado. Ha sido un viaje para recordar la coherencia y que la vida consiste en dar y recibir, por eso volví a vaciar la maleta de ese entusiasmo por la vida pero la traje llena de ganas de vivir la vida, planté una semilla de esperanza y me traje semillas de esperanza, porque si se quiere se puede. Me sentí en mi propia casa, nos sentimos en nuestra propia casa, creando un equipo perfecto que rema en la misma dirección. La distancia nos separa, pero el corazón pasa por alto los kilómetros y nos hace sentir cercanos. Eso es lo que verdaderamente cuenta, forjar relaciones desde el corazón...


Y siento a la vida que me sigue bailando, orquestando todo para hacerme reír y que disfrute solamente del tiempo presente. Es curioso, pero por momentos me olvido del pasado. Así, de golpe y porrazo...

viernes, 27 de mayo de 2016

La habitación de David

Más infantil imposible, con paredes de colores y peluches que posan en las estanterías o juguetes de madera colgando de la lámpara. Un montón de detalles que logran un entorno acogedor y que animan a sacar al niño interior, así que no me podían haber escogido un lugar mejor. Así es la habitación de David y desde aquí estamos recordando lo que es vivir en coherencia, que no es otra cosa que lo que pienses, digas y hagas vaya en la misma dirección. Tan sencillo como hacer lo que verdaderamente quieres hacer. Gracias familia, porque me siento verdaderamente en familia...


martes, 24 de mayo de 2016

Una escala técnica

Es como si hubiera llenado la maleta y la vaciara con quienes la tenía que vacíar, pero llenándome también de encuentros y frases que me llegaron al alma, como que expresar es una forma de liberar y que a veces hay que retorcer las pupilas y mirar hacia adentro. Los deberes se hicieron y el disfrute vino con ellos, aunque más que deberes eran excusas para vernos y seguir aprendiendo. El simple hecho de compartir tiempo con quien realmente quiera compartir tu tiempo, es un regalo en todos los sentidos...


Y ahora estoy haciendo una escala técnica para volver a llenar la maleta, sin saber muy bien qué poner pero teniendo muy claro qué no debe faltar, ese entusiasmo por la vida que espero vaciar hasta la última gota para que se contagien de vida. Ese es el quid de la cuestión, querer vivir la vida. Desde aquí lanzo la intención...

lunes, 23 de mayo de 2016

¡Que tiemblen los miedos!

Los miedos me tienen miedo porque saben que voy a por ellos. Si se me pone uno en mi camino sabe que voy hacia él y no me voy a detener, como los osos a la miel. Además, algunas veces hasta agradezco que estén presentes porque me dan una motivación extra y cada vez que los supero me siento satisfecho. Me estoy convirtiendo en una especie de terminator de miedos. Sí, que tiemblen los miedos porque estoy dispuesto a seguir creciendo con o sin ellos.


Y esta semana estoy dispuesto a abrir, con o sin miedos, todos los regalos que la vida me tenga preparados...

domingo, 22 de mayo de 2016

Ironman emotivo

Si un pensamiento se repite constantemente y te identificas con él, acaba convirtiéndose en una creencia. Las creencias limitantes serían las que limitan tu existencia, como que no vales para nada o que todo lo haces mal. Y todo esto salió porque ayer fui al Ironman y a todo aquel que pasaba le decía que lo había hecho el año pasado y que no era tan duro como parecía. Como lo siga repitiendo se va a convertir en una creencia y no precisamente limitante sino todo lo contrario, me decía.


Bromas aparte, ayer viví un Ironman intenso desde la playa, la calzada o desde una tarima esperando la llegada de los hombres de hierro que lograban su reto, pero sobre todo sentí verdad en la meta, emociones que no se ocultaban, sentimientos que afloraban. Sentí amor en estado puro y la gente no se avergonzaba de expresar ese bello sentimiento.



Quiero estar rodeado de gente que no tenga miedo a expresar lo que siente.

jueves, 19 de mayo de 2016

Esta imagen no me representa

Tengo claro hacia dónde quiero ir aunque no sé lo que me espera. Por más que intentara volver hacia atrás y seguir como estaba, hay una fuerza descomunal que me impide retroceder. Es como si me empujara inevitablemente hacia lo desconocido, allá donde la magia de lo incierto está esperándome con los brazos abiertos. Me siento protegido, abrazado. Por eso digo que esta imagen no me representa, si acaso me representaba cuando las dudas me atesoraban, pero ahora no me siento identificado con ese personaje que no sabe qué camino escoger. A pesar de la nostalgia y de los miedos por la incertidumbre, sigo caminando confiando en mi corazón…


miércoles, 18 de mayo de 2016

El vuelo de una gaviota

Es alucinante la sincronización que puede haber entre dos personas que se han elegido en un momento de sus vidas para crecer juntos. La magia ocurre incluso viendo el vuelo de una gaviota a la misma vez aunque en distinto sitio…


Y por aquí transcribo las conclusiones de la conversación:

“El viento mece a la gaviota, el viento la lleva pero ella sabe a donde va, ella marca su trayectoria, pero no se resiste a los movimientos del viento”.

“Estoy dejando expresar las emociones, por eso son emociones tan diversas porque las estoy dejando expresar libremente. Ellas son como el viento, no retengo ninguna, no me quedo con la emoción trincada creyéndomela, estoy dejándolas pasar, dejándolas ser, y eso es lo que me está llevando a esta transformación de calma”.

“Cuando haces las cosas sin motivo, es cuando tienen más sentido”.

martes, 17 de mayo de 2016

La vida no quita nada

Así es la vida, unas veces te da cosas y otras te las quita. Eso es lo que he escuchado muchas veces, pero esa impresión la tendríamos desde la percepción de un personaje que vive en lo limitado y con miedo a perder aquello que cree de su posesión. La vida siempre da y no te quita nada, sino que te libera de cosas para que vueles más alto y logres la plenitud.


lunes, 16 de mayo de 2016

Mi primera travesía

Los primeros compases de la prueba fueron los más complicados, sobre todo porque el saboteador interno intentó que me diera por vencido y volviera a la orilla. Con lo calentito que se está en la arena y tú aquí sufriendo como un condenado, eso es más o menos lo que me decía, pero yo quería seguir porque no tenía ningún sitio mejor adonde ir. Tenía un reto por delante y no soy de los que se da por vencido ni tira la toalla a la mínima oportunidad, así que por qué no intentarlo. Lo intenté y lo conseguí, sintiéndome cada vez más cómodo según avanzaban los metros y visualizaba la meta. Sí, fue una gran experiencia que espero repetir.



Al final me dieron hasta una medalla, pero como dijo mi madre, si llegaste de los últimos y te dieron una medalla, es que se la dieron a todo el mundo. Efectivamente mamá, se la dieron a todos los que acabaron, porque el mérito fue llegar a la meta independientemente del lugar. Mi madre es única para hacerme reír :-)


domingo, 15 de mayo de 2016

Decisión coherente

Siempre me gusta estar dentro, sobre todo cuando despega, pero hoy lo viví desde fuera, observando atentamente cómo el avión ganaba potencia para ascender al cielo y a los pocos segundos desaparecer entre las nubes que enfriaban la mañana. Observaba lo que sentía al estar fuera y no dentro, porque coger el vuelo era el plan inicial, aunque al poco tiempo se difuminó esa idea porque no hubiera sido una decisión coherente con todo lo acontecido. Decidí no coger el vuelo y no tuve que dar explicaciones porque ni siquiera me las pidieron. En cierta manera, fue como si decidiera seguir en el presente y no volver al pasado porque no tengo tiempo ni ganas de volver al pasado...



viernes, 13 de mayo de 2016

¡Hazlo!

Hazlo, y si tienes miedo, hazlo con miedo, pero no te detengas y no dejes de hacer aquello que te apetece hacer.


Pues en esas estoy, haciendo cosas a pesar del miedo. Y mañana me lanzaré al agua a ver qué pasa…

jueves, 12 de mayo de 2016

La atracción que más me gustaba

Era la atracción que más me gustaba, incluso sin haberme montado nunca me quedaba embobado mirándola sin pestañear. Hace unos días me vino a la mente un recuerdo de las fiestas de San Ginés, cuando ponían la feria frente al Puente de Las Bolas. Tendría cinco o seis años, quizás siete, y ese día mi madre no me dejó subir a la montaña rusa porque decía que era muy pequeño. En cambio sí dejó subir a mi hermana, que iba acompañada de mi prima mayor, mientras a los más pequeños nos entretuvieron en una atracción infantil aunque, a decir verdad, hubiera preferido estar sentado en un banco, imaginándome el viaje de los afortunados, que sentado en un avioncito que subía y bajaba pero que no me transmitía nada. Lo mío era la montaña rusa…


Y pasado un tiempo pude experimentar el viaje por primera vez, pero no me acuerdo exactamente de la primera vez, aunque sí de que cada vez que me montaba me producía un cosquilleo en la barriga y me daba risa, mucha risa. Con cada subida y bajada me alimentaba el alma. Era adrenalina pura. Incluso también recuerdo cuando de niño subía a un avión de los de verdad y disfrutaba cuando el aparato subía y bajaba, produciéndome un cosquilleo que no podía controlar…


Hoy me siguen gustando las montañas rusas y ahora que sé que simbolizan el camino de la vida, que son subidas y bajadas, más me siguen entusiasmando. Cada vez que voy a un parque de atracciones sigo quedándome embobado al mirarlas, pero ya no me frustro si no consigo subirme, porque soy capaz de sentir lo mismo viéndola de pie o cerrando los ojos e imaginándome montado. Al chico y al grande, que hoy están más juntos que nunca, les apasionan las montañas rusas, les apasiona la vida…


martes, 10 de mayo de 2016

La entrevista

Pues acaba otro día intenso como los que últimamente tengo, y no quería dejar pasar la oportunidad de agradecer todas las muestras de cariño que he recibido. El piropo más bonito ha sido: Si esa felicidad que logras manifestar se pegara, estaría cada día como un chicle boomer junto a ti.

Y para compensar lo recibido aquí les dejo la entrevista que me hicieron la semana pasada. ¡Gracias por todo y más!

Y queda media vida

No sé si porque estuve hablando del ave Fénix o porque está saliendo esto que está floreciendo en mi interior, lo cierto es que la catarsis vivida ayer fue descomunal, arrebatadora, descontrolada. Sólo sentía ríos de vida fluyendo por mis venas, alimentando mi vida de vida, ahogando las palabras porque me quedé sin ellas, igual que cuando sientes una gratitud absoluta, que sobra toda explicación de por qué estás agradecido. Simplemente lo sientes, simplemente eres.


Hoy me adelanto y quiero hacer un regalo, escuchar esta canción que estoy escuchando mientras tecleo para intentar expresar lo que siento, aunque hay ocasiones en que las palabras no pueden alcanzar la verdad, esa verdad que experimento. Y queda media vida o la vida entera para seguir descubriendo esto que estoy sintiendo, esto que está renaciendo. Y queda media vida o la vida entera, porque pensamos que estamos vivos para morir, pero no hemos descubierto que estamos muertos para vivir. Gracias…


lunes, 9 de mayo de 2016

El ave Fénix

Muy interesante y con ganas de volver a ver la exposición de pintura de José Antonio Manchado, que del 5 al 28 de mayo estará abierta al público en la Sala de Exposiciones de la Ermita de Tías. Según acertadas palabras de un amigo, “el pintor se quitó de en medio para que hagas esa pintura tuya y tú te hagas de ella, para que sientas más allá de lo descriptible, para que sólo sientas”.

Esta imagen me recordó al ave Fénix que llevo dentro…


“El fénix es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de pico y garras fuertes. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada quinientos años, para luego resurgir de sus cenizas.

El mito del ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el más allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Según el mito, poseía varios dones extraños, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas, fuerza descomunal, control sobre el fuego y gran resistencia física. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección y al sol. El Fénix ha sido un símbolo del cuerpo físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación y la inmortalidad”.

Estoy en un momento en el que siento. Es verdad que a veces no sé lo que siento, pero quiero seguir sintiendo, con el corazón abierto…

viernes, 6 de mayo de 2016

Invencible

Caí al corazón y la fiesta comenzó. Con los cascos puestos y la alcachofa delante empecé a contar, una vez más, mi experiencia más transformadora, mi relación de gratitud con la enfermedad. A los pocos minutos me olvidé del lugar en el que estaba, y es que cuando hablo desde dentro pierdo la noción del tiempo. Es como si transmitir mi verdad fuera mi hogar, sin intentar convencer a nadie pero con ganas de expresar esa verdad que tuve la fortuna de experimentar. No me acuerdo ni de lo que dije durante la entrevista que me hicieron para el programa “El arte de vivir” de Zuzana Sai, que se emite hoy por la Cadena Cope a las 11:30 horas, sólo sé que me lo pasé estupendamente y recibí un gran regalo por parte de la presentadora, la canción de la banda sonora de la película “Invencible”.


En cierta manera, expresar mi sentir y caminar con el corazón abierto, me hace ser invencible…

jueves, 5 de mayo de 2016

El tiempo de oro

Dedícate un momento y para toda actividad durante ese tiempo de oro que es único y exclusivo para ti. Bien podría ser una hora, aunque también bastarían unos minutos, incluso te aconsejo tomarte el tiempo que consideres necesario sin contabilizarlo ni estar pendiente del reloj.


Y si tu excusa es que no tienes tiempo, pregúntate qué espacios puedes abrir durante el día para tener más libertad. Puede ser por la mañana, despertándote un poco antes, o por la noche, antes de ir a la cama. Invierte ese tiempo para estar contigo. Date el valor que mereces y siéntete sin ruidos de fondo…

miércoles, 4 de mayo de 2016

Depende de cómo la cantes

Me da la sensación de que muchas de las canciones están cantadas desde el más puro personaje que expresa su drama. Sin ir más lejos, el otro día estaba paseando por la playa con los cascos puestos y escuchaba una canción cuyo estribillo decía “prefiero morir a tu lado que vivir sin ti”. Automáticamente me entró la risa porque salté como un resorte diciendo que no, que yo quería todo lo contrario, vivir aunque no fuera a su lado. La vida no la cambio por nada ni por nadie.


Hasta que un amigo me dijo que le podía dar la vuelta a la canción. Ahora repite el estribillo cantándole a la vida, me dijo. Claro, prefiero morir a tu lado que vivir sin ti. Eso es, prefiero estar de su mano que vivir desconectado. Sí, un cambio de sentido trascendental. Quiero estar con la vida, aún muriéndome, no quiero perderla de vista…

martes, 3 de mayo de 2016

La sensibilidad de Ernesto

Imposible mantener la compostura en el asiento. Con cada nota que escuchaba, mi cuerpo vibraba. Cada acorde provocaba un estremecimiento, un revoltijo de emociones que jamás había experimentado con tanta fuerza a través de la música. Su música llegaba, llegaba a no sé dónde, pero llegaba. Fue imposible mantener la compostura porque mi cuerpo pedía a gritos moverse. La sensibilidad de Ernesto tocando el piano, su instrumento, traspasó barreras y, con cada pieza que tocaba, la intensidad iba en aumento. Tuve que salir antes, sólo alcancé a escuchar la novena, pero suficiente para rendirme a su delicadeza. ¡Bravo Ernesto!


Me dejó desorientado. Al salir del local sabía dónde tenía que ir pero estaba como flotando, levitando. Escuchar esas notas me revolucionaron y quiero seguir escuchándolo…