viernes, 28 de abril de 2017

Día 4: El boticario

(Viernes, 28 de abril)

No podíamos irnos de Casa Blanca sin visitar la Mezquita de Hassan II. ¡Impresionante! Como diría mi amiga Ángela, altamente recomendable. Fuimos atendidos por una simpática guía llamada Afifa y allí también me enamoré. Esos encuentros fugaces de apenas unos minutos pero que pueden perdurar toda una vida...


Y después de la visita, tocaba negociar otra vez con los taxis, que tanto en Fez como en Casa Blanca son rojos con una especie de caja de pizza sobre el techo. Menos mal que siempre preguntábamos en el hotel para que nos orientaran sobre un precio justo y razonable, porque si te fías de lo que te dicen ellos... Pero de eso se trata, de negociar...


Y como los asientos de primera clase estaban agotados, esta vez fuimos en un vagón de segunda desde Casa Blanca a Marrakech. La diferencia principal, que en segunda clase no tienes un asiento garantizado, así que nos sentamos en el primero libre que encontramos. Es una gran experiencia contrastar la riqueza y la pobreza para valorar más lo que tenemos, al menos es así en mi caso...



En Marrakech nos recibió un fuerte viento y me sorprendió la ciudad por ser muy moderna, con un montón de cadenas de restaurantes internacionales. Pero yo prefiero adentrarme en lo antiguo, y aunque la medina de Marrakech nada tiene que ver con la de Fez porque es llana y más accesible al tráfico, al perdernos por sus calles nos encontramos con Hicham el boticario, que tiene una herboristería donde venden cantidad de productos naurales, desde especias y perfumes sin alcohol, hasta remedios caseros para todo tipo de síntomas como la tos. Unos gránulos transparentes que podrías echar en una taza de té o café, te abrirían las vías respiratorias inmediatamente. Sí, fue una gran sorpresa encontrarnos con Hicham que, por cierto, envía los pedidos directamente a tu hogar. Todo un descubrimiento...
 



Día 3: Un tren de primera

 (Jueves, 27 de abril)

Para llegar a Casa Blanca cogimos un tren desde Fez y, para asegurarnos un asiento, compramos los billetes en primera clase, lo que nos hizo ir la mar de cómodos pero no impidió que el tren se quedara parado en medio del camino. Como aquí hablan árabe o francés y nosotros español o inglés, por medio de un dibujo tan sencillo nos explicaron que se trataba de una avería en el tendido eléctrico, así que después de unos cuantos minutos lo solucionaron y siguió el tren su rumbo. Dibujar como niños rompe las barreras de los idiomas. Me encantó escuchar la bocina de la locomotora y también descubrí asombrado que el desagüe del baño da directamente a las vías del tren. Era un tren de primera...



Y después de llegar a Casa Blanca, que de blanca tiene my poco, almorzamos en el Mercado Central para posteriormente ver el mar. La Mezquita de Hassan II resultaba imponente tras la avenida acantilada...



Para no perder la costubre, no teníamos nada preparado salvo localizar la Patisserie Bennis Habous. Para mí, que evito el azúcar refinada, elegí unos deliciosos pasteles con miel que anoche cené. Una linda zona para pasear...


jueves, 27 de abril de 2017

Día 2: Ciudad laberinto


 (Miércoles, 26 de abril)

La medina de Fez es así. Sus 16.000 habitantes, 600 barrios y 1980 estrechas calles forman un gran laberinto que sería un auténtico milagro no perderse entre ellas. Aunque reconozco que a una parte de mí no le hubiera importado caminar sin rumbo y después ocuparme de encontrarme y regresar al Riad Ksar Nada, maravilloso alojamiento desde el que estoy escribiendo, decidimos contratar a un guía local y tuvimos muchísima suerte con Mustafá.


Nos contó detalles de la historia de la ciudad y junto a él visitamos una curtiduría, lugar donde se limpian y tiñen las pieles de animales, cuyo olor dejaba mucho que desear y había que mitigarlo con hojas de menta, y también visitamos una de las fábricas más importantes de cerámica, donde los empleados trabajaban con una gran precisión para juntar las diminutas piezas y formar los mosaicos.



¿Y dónde acabamos almorzando? En el Medina Bis, al parecer uno de los restaurantes más importantes de la ciudad. Nosotros no elegimos, simplemente pagamos y nos dejamos llevar por Mustafá. Eso sí, disfrutamos degustando los deliciosos platos.

Y tras regresar de la excursión, estuvimos dentro del Riad porque nada más doblar la esquina seguramente nos hubiéramos perdido, pero fue una linda tarde para escribir y descansar. Y como colofón final degustamos una deliciosa sopa llamada "harira" preparada por el dueño del establecimiento. 


  
Qué raro es esto de escribir mientras estoy viajando cuando normalmente lo hago a mi regreso, pero es que lo estoy disfrutando. Casi que estoy contando mis experiencias en vivo y en directo. Como siempre, nunca sé cuándo será mi próxima publicación, lo único que sé es que me está encantando la experiencia de alojarme en este riad y conocer su historia y cómo se distribuían las habitaciones. Hasta la próxima...

miércoles, 26 de abril de 2017

Día 1: La llegada

Ya dije que Barcelona no sería mi única parada y ayer comenzó mi aventura por Marruecos. Es más, voy a empezar ahora mismo a escribir mi historia...


Día 1: La llegada (Martes, 25 de abril)

Caos a la salida del aeropuerto de Fez porque todos los taxistas te daban un precio diferente, pero gracias a la información recibida en la Oficina de Turismo nos pudimos orientar, porque no teníamos ni idea de dónde estaba el hotel ni si el aeropuerto estaba muy alejado de la ciudad. Últimamente sé muy poco del lugar al que viajo y déjenme decirles que me encanta viajar así, sorpresa total. Por eso nos reímos cuando por el camino alguien nos propuso ser nuestro guía para el día siguiente. Si ni siquiera sabíamos dónde estábamos, mucho menos sabíamos qué haríamos nada más despertarnos. También nos enteramos por el camino que el taxi no podría llegar directamente al Riad por estar ubicado en el interior de la medina donde los vehículos no pueden entrar, pero la amabilidad de la gente nos resolvió ese inconveniente y nos vinieron a recoger a pie. 

Y después de que el dueño del Riad nos recogiera y nos invitara a un delicioso té con menta mientras nos preparaban la habitación, delante de varios huéspedes de diversas nacionalidades nos volvimos a estallar de la risa imaginando que este viaje que recién comenzaba no lo podríamos hacer con cualquiera. A más de uno le hubiera dado algo sabiendo dónde estábamos, o más bien, sin saber dónde estábamos, porque seguíamos sin tener ni idea. En cambio, yo cada vez disfruto más con la sensación de no saber nada...

¿Y qué cenamos en nuestra primera noche? Un delicioso bocadillo de tortilla con alcachofas que nos había preparado nuestra amiga Tere de Barcelona, a la que dejamos más feliz de como nos la encontramos. Y de eso se trata, de aportar bienestar y felicidad con tu presencia...

lunes, 24 de abril de 2017

Shambhala

Después de la Feria del Libro ha tocado disfrutar de uno de mis regalos de cumpleaños por adelantado: Port Aventura. Y de entre todas las atracciones, sin lugar a dudas me quedo con el Shambhala, la segunda montaña rusa más alta de Europa con 76 metros de altura y también tiene la segunda caída más alta del continente europeo con 78 metros. Esas subidas y bajadas tan pronunciadas te dejan literalmente con el cuerpo suspendido en el aire durante al menos unos escasísimos segundos y allí, en ese preciso momento, volví a recordar que la vida es eso, confiar, dejarse llevar y soltar el control, por lo que terminé extendiendo los brazos al aire y gritando de agradecimiento. Y mi niño interior se sentía como en el paraíso...


Y esta no será la única parada que haga...

La reacción de la gente

Amigos que fueron a visitarme y me llenaron de energía nada más comenzar; personas que no me conocían de nada pero que se paraban porque el título les cautivaba; unos que asentían afirmativamente al escuchar el mensaje y otros que se asustaban al leer la palabra "cáncer" que aparece en la portada, incluso hubo una señora que no pudo contener la emoción y se alejó llorando al no comprender mi gratitud hacia la enfermedad. El mundo dual, reacciones dispares, unos abrieron el regalo y otros de momento no lo quisieron ni tocar, pero el mensaje es claro y no lo voy a maquillar. Por muy loco que parezca y miedo que pueda generar, el cáncer es la enfermedad que me vino a sanar y me encantaría que todo el mundo se abriera a esa posibilidad, por muy remota que les parezca. Todo llegará...


Sant Jordi fue una gran experiencia y me llevé grandes regalos como la pulsera de una niña llamada Aysha, que significa vida, y un libro titulado Vuelve a escribir tu historia, de cuyo autor ya hablaré otro día. Y mis semillas de esperanza fueron a parar a varios hogares de Barcelona, pero también a Filadelfia y al país de la pasta, la bella Italia. Qué lindo saber que llegarán tan lejos. Y pronto volveré a la ciudad condal, no digo más...

 

sábado, 22 de abril de 2017

¡Todo listo para Sant Jordi!

Qué difícil es no tener expectativas cuando no paran de decirte que "lo vas a flipar" o cuando ves con tus propios ojos cómo se le eriza la piel a la madre de una amiga catalana cuando escucha de mi boca dónde estará ubicada mi parada, justo delante del Liceo. ¡Pura emoción! Hoy comienza una nueva aventura cuya primera parada será la Feria de Sant Jordi. Ya está todo listo y yo simplemente me he tenido que encargar del equipaje y poco más, porque detrás tengo a un gran equipo que me acompaña.


A pocas horas de subir a un avión que me llevará a Barcelona, trato de liberarme de las expectativas, pero no dejo de soñar y agradecer por todo lo que viviré...

viernes, 21 de abril de 2017

jueves, 20 de abril de 2017

Todo comenzó en la Escuela de Turismo

Siempre acabo nombrando a José Antonio Manchado y su libro Sea más feliz que el Dalai Lama cuando voy a presentar el mío, es inevitable y además lo hago con mucho orgullo. Ayer lo presenté en la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote y tal y como apostilló Eva Crespo, la directora del Centro, ambos estudiamos en la misma escuela aunque en diferentes años.

¿Y cómo empecé la charla? Diciendo a la gente que siempre me pregunto «¿Y ahora qué digo?» y acto seguido caigo al corazón y dejo que surja la improvisación. Y comencé diciendo que quizás la historia del libro empezó en la Escuela de Turismo, justo en la misma aula en la que estábamos hablando, pues cinco años atrás era yo el que estaba en un pupitre sentado, ajeno a las señales que la vida me estaba enviando hasta que me dio tal bofetón que me dejó tumbado en la cama de un hospital nada más acabar el curso de adaptación al Grado en Turismo.

Pero cuando llegué a casa, una coincidencia más me vino a la memoria. Fue en la escuela donde mi angelito de la guarda conoció a José Antonio Manchado porque fue a impartir una charla. Ella lo conoció, experimentó y después me lo recomendó. En ese lugar se fraguó todo para que nuestros caminos se cruzaran…


Siempre digo que si hay una sola persona a la que le puedan ayudar mis palabras, habrá merecido la pena, y si no tampoco pasa nada porque me recuerdo a mí mismo todo lo aprendido. Como siempre, una delicia compartir mi experiencia…

miércoles, 19 de abril de 2017

¿Continúo?

Mientras iba camino del gimnasio, en mi cabeza merodeaban pensamientos tales como: «no vas a poder sostenerlo», «supone mucho esfuerzo y dinero», «es un sueño muy bonito pero solo un sueño». Todos estaban relacionados con el libro y cada vez que me vienen contesto que no sé. El libro se hizo con la intención de ayudar y dejo que las cosas sigan su curso natural, confiando. Y de repente, un desconocido me comenta muy sonriente desde la otra acera: -Muy bueno el libro-. -Muchas gracias-, le contesté también sonriente. Y nada más entrar al local alguien me propone hacer una nueva presentación en un lugar ideal. ¿Qué pasa? ¿La vida me está hablando? En  cierta manera me dice que siga adelante, que confíe. Estoy plantando semillitas de esperanza y nada me puede hacer más feliz. Entonces, a la pregunta de si continúo la respuesta es un rotundo sí, continúo…


Y anoche estaba descansado pero me costó dormir, no sé si por la emoción de hacer hoy una nueva presentación en un lugar especial para mí. El caso es que empecé a llorar de felicidad por seguir vivo y estar aprovechando esta segunda oportunidad. Agradecido. Y acabé riendo, llorando y riendo, sobre todo al decirme a mí mismo que parecía un cencerro.

martes, 18 de abril de 2017

65 pasos

Ayer, mientras esperaba a Jezabel, me dio por volver a recorrer el pasillo del hospital y conté 65 pasos, dos menos que cuando lo hacía hace unos años. No sé, tal vez ahora ando más ligero porque me he liberado de unas cuantas cargas…


Y ayer volví a disfrutar compartiendo mi experiencia con los alumnos de Jezabel. Además, lo hice delante de gente que no me conocía de nada, justo lo que anhelaba. No solo doy, sino que también recibo, porque lo que comentan me sirve de alimento. Si al final del curso la gente sale sonriendo y con ganas de seguir descubriendo, ha merecido la pena todo el esfuerzo, ¿verdad Jezabel? Y me quedo con un titular que quiero resaltar: «ser valiente para ser coherente». Se necesitan buenas dosis de valentía para que lo que sientas, pienses y hagas vaya en la misma dirección, pero habrá merecido la alegría...


lunes, 17 de abril de 2017

Una actúa y las demás esperan

¿Qué bola te gustaría ser en un juego de billar? Una actúa y las demás esperan, así que puestos a elegir me gustaría ser la bola blanca, pues es la que se mueve e interactúa con las demás y no se queda esperando a ver la vida pasar. Pero ni siquiera ella se mueve por su propia voluntad, hay un ente superior que orquesta el juego y determina el destino de cada una de ellas. Blanca, negra o del color que sea, lo importante es estar en paz con la función que te haya tocado desempeñar y no ofrecer ningún tipo de resistencias. En algún momento, todas acabarán dentro del agujero y no hay que olvidar que se trata de un juego…


miércoles, 12 de abril de 2017

Acabé regalándole un libro

La meditación me ha cambiado la vida. Ser capaz de escuchar esa voz que te intenta asustar y darte cuenta de que tú no eres eso, no tiene precio. El otro día me enviaron un mensaje para adelantarme la cita médica y la mente aprovechó tal circunstancia para hacer su función, crear conflicto. En cuestión de segundos aparecía un pensamiento advirtiéndome de que tal vez me adelantaban la cita porque habrían encontrado algo grave y no podían esperar para comunicármelo, haciendo un montón de conjeturas y suposiciones sobre qué es lo que me dirían. «¡Se te va a acabar la tontería!», se atrevió a soltarme, cosa que me sorprendió y me hizo sonreír a partes iguales, por semejante ocurrencia, pero no le contesté para no darle poder. Opté por observarlo y tomar distancia, incluso me compadecí de ella por estar aterrada. «No sé, lo que tenga que ser será», y con esas amables palabras evitas entrar en una conversación que nada beneficioso te aportará…


Y ayer fui a la consulta y acabé regalándole un libro a la nueva doctora. –Para que conozcas mi historia-, le dije sonriendo. Y después entró el doctor amor, aquel que sigue pendiente de mí y que se pone colorado cada vez que lo nombro así, y todos acabamos hablando de sueños y viajes. Sigo abrazando la vida…

martes, 11 de abril de 2017

¡Trágame tierra!

Esto fue lo que vi el otro día paseando por la playa y podría tener diferentes interpretaciones. Nada más verlo, empecé a sonreír y exclamé: ¡Vale, lo pillo! No debo olvidarme de seguir cavando hacia dentro y sanar las posibles incoherencias o emociones reprimidas que pudiera albergar en mi interior. Es un ejercicio constante que nunca debiera acabar…


Compartiéndolo con amigos me han dado otros puntos de vista. Así tenemos la famosa expresión “trágame tierra”, sentir una vergüenza tan inmensa y querer desaparecer de la faz de la tierra.

También podría ser la típica persona inconsciente que en lugar de afrontar su realidad y emprender acciones para cambiar, prefiere esconderse; víctima en lugar de protagonista de su vida.

Y otra que me ha encantado es la de comerse el mundo, vivir con intensidad las experiencias de esta vida terrenal, pero que tus pies estén en el cielo y sean guiados por una fuerza superior llamada universo. Bien podría ser una versión del "estate en el mundo, pero no seas del mundo". Dejarse llevar. ¿Y tú cómo lo ves?

lunes, 10 de abril de 2017

¿Qué estoy haciendo para atemorizar a la gente?

Ha sido tan intenso lo vivido este fin de semana, que mejor comenzar a contar por el final, lo que tengo más fresquito en mi memoria. Reencontrarme con personas del pasado, mirar sin vacilar a los ojos de ese niño adulterado que tenía frente a mí y que afirma estar asustado, que le doy pánico, inconsciente tal vez de que el tesorero que almacena y provoca sus miedos está dentro y no fuera. Oportunidad de expresar, de no necesitar nada ni a nadie para mostrar mi verdad, con compasión, creando el guión de mi propia cinta. Y no es el único que reconoce tenerme miedo. ¿Qué estoy haciendo para atemorizar a la gente? Hablar con claridad, me dijeron…


Y después mi gran familia, esa con la que me vuelvo a desnudar. Y reír, sobre todo reírme de mí mismo. Escuchar la voz que me ha encandilado y jugar, jugar como nunca antes lo habíamos hecho, haciendo mímicas para adivinar películas y descubriendo tal vez el origen de la felicidad… 


viernes, 7 de abril de 2017

¿Miedo a morir?

Además del miedo a los cambios y a las cosas nuevas que están por llegar, la mayoría de los niños coincidía en el miedo a la muerte. Ese era uno de sus mayores temores, morir. ¿Por qué tanto miedo a la muerte?, me pregunto, ¿será porque no nos hablan lo suficiente de ese proceso por el que inevitablemente vamos a pasar todos? ¿Por qué la sociedad lo considera un tema tabú? Otras religiones, en cambio, viven el proceso de la muerte como una gran celebración, pero nosotros tratamos de apartar a los niños de cualquier contacto con la muerte, como asistir a un velatorio, por ejemplo. Se fue al cielo, les explicaremos después, y poco más. ¿Por qué no nos sentamos con ellos y les explicamos que la muerte será inevitable y que se centren en el inmenso regalo que es vivir, que aprovechen hasta el último segundo de sus vidas para ser felices y no olvidarse nunca de ellos mismos?


¿Y si la muerte no es lo que nos han hecho creer? ¿Tenemos miedo a morir o a vivir? Antes sufría muchísimo con la sola idea de morir y ahora acepto que voy a morir, aunque no sé cuándo. Mientras tanto, voy a dedicarme a vivir…

jueves, 6 de abril de 2017

Miedo a hacerse mayores

Niños muy conectados con el concepto de felicidad al afirmar que esta es ser libre, disfrutar de la vida y estar bien con uno mismo, pero con un terrible miedo a hacerse mayores, que se podría traducir en miedo a dejar de ser ellos mismos. Sobre todo las chicas, muy curioso. Que una niña de once años diga que con veinte años más se imagina triste porque estará trabajando, con obligaciones y cuidando de sus hijos, es un fiel reflejo de lo que podría estar viendo en su entorno, adultos que se han olvidado de ellos mismos y, por ende, han perdido las ganas de vivir, danzando como muertos en vida por este mundo lleno de sufrimiento que, de vez en cuando y con suerte, les ofrece una bocanada de felicidad, efímera. Por eso tienen miedo a hacerse mayores


Compartir con los alumnos y profesores del Colegio de Playa Blanca ha sido una experiencia maravillosa. Que a la salida hayan ido muchos a abrazarme y que se hayan quedado con ganas de más y por eso me han vuelto a invitar, no tiene precio. Además, como le dije a una niña al terminar, no tenemos por qué olvidarnos del niño interior cuando crezcamos y, si lo hacemos, siempre estamos a tiempo de recuperarlo. Eso mismo es lo que he hecho o estoy haciendo, recuperarlo…

martes, 4 de abril de 2017

Una frase que me inspiró

Ahora me ha dado por releer unos apuntes y resulta que la frase que me inspiró para elaborar la portada la tenía anotada desde enero del año pasado: «No estamos aquí para sanar nuestras enfermedades, sino para que nuestras enfermedades nos sanen». Es otra más de las genialidades de C. Jung que invita a cambiar de dirección y verlo desde otra perspectiva. Por eso siempre digo que el cáncer me vino a sanar…


lunes, 3 de abril de 2017

Me atreví a cantar

Me dio por tararear el mantra mientras mis amigos ensayaban y empezaron a decir que sonaba bien y que podía quedar muy bonito. -¿Te atreves?-, me preguntaron, y según mi amiga Ángela, cuando alguien me hace esa pregunta es muy probable que conteste que sí. Y contesto afirmativamente si lo que me proponen me entusiasma y me motiva. -¿Pero lo dicen en serio?-, les pregunté. Es que no me lo creía, porque desde pequeño siempre me apeteció cantar pero consideraba que no tenía voz para cantar, así que la vida me estaba regalando la posibilidad de que cumpliera un sueño de mi infancia, otro regalo más. Y de repente me veo ensayando con ellos y saliendo de la zona cómoda una vez más, pero pletórico por la gran oportunidad.


«Tienes la boca seca, te vas a equivocar. ¡Qué vergüenza, vas a hacer el ridículo delante de un montón de gente!...» Mi cabeza no paraba de parlotear, pero mi respuesta fue simplemente “gracias por participar”. A pesar de los miedos, salí al escenario con la letra del mantra anotada en una hoja en blanco y además estuve rodeado de voces tan maravillosas como las de Mariposa y Beni Ferrer, esa voz que hace unos años definí como “la voz de Lanzarote” y que escucharla era un aliciente y motivo más para querer vivir.