Dedícate un momento y para toda actividad durante ese tiempo de oro
que es único y exclusivo para ti. Bien podría ser una hora, aunque también
bastarían unos minutos, incluso te aconsejo tomarte el tiempo que consideres
necesario sin contabilizarlo ni estar pendiente del reloj.
Y si tu excusa es que no tienes tiempo, pregúntate qué espacios puedes
abrir durante el día para tener más libertad. Puede ser por la mañana,
despertándote un poco antes, o por la noche, antes de ir a la cama. Invierte
ese tiempo para estar contigo. Date el valor que mereces y siéntete sin ruidos
de fondo…
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