Me da la sensación de que muchas de las canciones están cantadas desde el
más puro personaje que expresa su drama. Sin ir más lejos, el otro día estaba
paseando por la playa con los cascos puestos y escuchaba una canción cuyo
estribillo decía “prefiero morir a tu
lado que vivir sin ti”. Automáticamente me entró la risa porque salté como
un resorte diciendo que no, que yo quería todo lo contrario, vivir aunque no
fuera a su lado. La vida no la cambio por nada ni por nadie.
Hasta que un amigo me dijo que le podía dar la vuelta a la canción.
Ahora repite el estribillo cantándole a la vida, me dijo. Claro, prefiero morir
a tu lado que vivir sin ti. Eso es, prefiero estar de su mano que vivir
desconectado. Sí, un cambio de sentido trascendental. Quiero estar con la
vida, aún muriéndome, no quiero perderla de vista…
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