viernes, 3 de marzo de 2017

El símil de la colmena

Me gustó el símil que utilizó mi hermana gemela sobre la colmena y por eso me he animado a escribir sobre ella. Esta es como si fuera nuestra mente y la función del apicultor, o sea tú,  es tratar de cuidarla con esmero. ¿Y qué hay dentro de ella? Una colonia de abejas que bien podrían representar a los pensamientos. Desde fuera parece que todo está en perfecto orden, pero por dentro los pensamientos hacen su función. ¿Por qué tenemos unas abejas y no otras? ¿A qué tipo de abejas alimentamos más? Si de vez en cuando sale alguna abeja descarriada, con la observación y prácticas de meditación intentaríamos restaurar la armonía general. El problema es cuando hay una sacudida intensa y salen todas volando, incluso muchísimas más de las que jamás nos hubiéramos imaginado. Un caos en toda regla…


Pero las situaciones caóticas son necesarias para que después emerja la comprensión y sanación. Sacudir la colmena sería similar a tocar las emociones y mirar hacia dentro para sacarlo fuera, donde había una aparente tranquilidad. En eso consiste la sanación, en tocar las heridas y permitirlas brotar para que sanen, aunque eso suponga un caos para el apicultor, pero este no debe matarlas sino cuidarlas, aceptarlas y permitir el caos hasta que regresen a su lugar y llegue nuevamente la calma. 

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