Solo han
pasado cuatro meses, pero la sensación es que llevo mucho más. La relatividad
del tiempo es algo que siempre me sorprende. Es un sin parar porque no dejan de
invitarme para compartir mi experiencia, aunque mi certeza es que disfruto con
lo que estoy haciendo y voy encontrando un equilibrio perfecto entre compartir
y descansar. Me han dicho que soy un creador
consciente, que yo mismo estoy generando esta realidad y nada es producto
del azar. Al fin y al cabo, ¿qué finalidad tenía el proyecto? Difundir y
transmitir mi experiencia por si podía ayudar. Pues eso es lo que estoy
haciendo…
Y claro, otra
cosa que últimamente suelo hacer es salir de las zonas cómodas y adentrarme en
terrenos donde no tengo ni idea de lo que pasará, pero confíando en que será una
experiencia de crecimiento muy enriquecedora. Por eso desde hace unos meses
estoy trabajando en un nuevo proyecto, traducir y presentar el libro en inglés cuyo
título será: When I embraced life (a hymn
to hope). ¿Suena bien, verdad? Vuelvo a tener un niño pequeño que precisa
de mis cuidados. A veces yo mismo me digo «quién me mandaría a mí», pero quiero
imaginar que me llenará de vida y me permitirá volar aún más...
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