Además del miedo a los cambios y a las cosas nuevas que están por llegar,
la mayoría de los niños coincidía en el miedo a la muerte. Ese era uno
de sus mayores temores, morir. ¿Por qué tanto miedo a la muerte?, me pregunto,
¿será porque no nos hablan lo suficiente de ese proceso por el que
inevitablemente vamos a pasar todos? ¿Por qué la sociedad lo considera un tema
tabú? Otras religiones, en cambio, viven el proceso de la muerte como una gran
celebración, pero nosotros tratamos de apartar a los niños de cualquier
contacto con la muerte, como asistir a un velatorio, por ejemplo. Se fue al
cielo, les explicaremos después, y poco más. ¿Por qué no nos sentamos con ellos
y les explicamos que la muerte será inevitable y que se centren en el inmenso
regalo que es vivir, que aprovechen hasta el último segundo de sus vidas para ser
felices y no olvidarse nunca de ellos mismos?
¿Y si la muerte no es lo que nos han hecho creer? ¿Tenemos miedo a
morir o a vivir? Antes sufría muchísimo con la sola idea de morir y ahora
acepto que voy a morir, aunque no sé cuándo. Mientras tanto, voy a dedicarme a
vivir…
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