miércoles, 6 de julio de 2016

Un copiloto fugaz

Les iba a contar que desde hacía un par de días estaba compartiendo el coche con un copiloto peculiar, que siempre estaba sonriendo y que me contagiaba con su buen humor y positividad. Tanto me gustaba, que hasta se lo presentaba a quienes pasaban por el coche.


Y les iba a decir que iba a disfrutar de su compañía hasta que se marchara, que no hay que aferrarse a las cosas porque todo es impermanencia. Tanto es así, que ayer por la tarde se le fue el aire. Pensé que duraría un par de días más, pero fue un copiloto fugaz, muy fugaz. Fue bonito mientras duró…

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