Es como si una parte de mí, la que se cree limitada, estuviera recibiendo
tanta información que se siente desbordada, negando a pesar de las evidencias
lo que pasó porque tenía la creencia de que eso era imposible, y la otra parte
de mí, la que se siente ilimitada, estuviera regocijado y con una sonrisa en la
cara porque por fin está llegando la comprensión, la verdad de lo que ocurrió.
Y ahora conviven las dos y comienza la cuenta atrás para la integración.
Como diría Osho, no es una cuestión de aprender mucho sino de desaprender
mucho.
Y la cuenta atrás también comienza para el evento del domingo. La
primera vez que fui puse esto antes de ir: “y
este domingo, mañana, tal vez haga cosas extraordinarias…pero hasta aquí puedo
escribir porque ni yo sé lo que puede ocurrir…” Aunque ahora pueda tener
una ligera idea de lo que pueda suceder, prefiero no escribir nada más porque nunca
se sabe lo que puede pasar…
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