No hubo rencor, rabia ni resentimiento. Tampoco se coló la resistencia ni
la frustración por el fin de la relación. En cambio sí hubo mucha emoción,
mucho amor que va más allá del amor apegado y romántico que nos venden en las
películas. Un amor de verdad, que sabe soltar y agradecer por todo lo vivido…
Soy luz, amor y vida y eso es lo que quiero seguir siendo. Soy lo que soy
gracias a todo lo vivido. Ayer recibí el mejor de los regalos sin esperarlo:
que alguien te diga que los momentos más felices de su vida los ha pasado a mi
lado. El objetivo de la relación está cumplido y eso es lo que me gustaría
seguir haciendo, dejar huella en la gente por el amor que desprendo, que te
recuerden por la luz que enciendo…
Ayer tuvo lugar la mejor de las despedidas, aunque más que una
despedida siento que es un hasta luego, pues intuyo que seguiré compartiendo,
desde otro espacio, con la persona en la que me reflejo. Tiempo al tiempo.
Eternamente agradecido…
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