miércoles, 6 de abril de 2016

La fragilidad

Estaba tiritando, le costaba respirar y apenas escuchaba ni veía. Ayer llevé a la perrita al veterinario porque últimamente no mostraba entusiasmo y se encontraba débil, sin apenas comer, sin apenas caminar. Eso me hizo ver la fragilidad del cuerpo, que tarde o temprano se desvanecerá. Eso me hizo sentir la pérdida, que tarde o temprano pasará, a menos que sea yo el que deje este mundo primero. Otra pérdida más, otro cambio más, y eso que tampoco estaba apegado a la mascota que durante casi catorce años nos ha acompañado. Sentí tristeza y me envolví con ella como si de una manta se tratara. La vida me está dando muchas experiencias de cambio y las estoy viviendo de primera mano, siendo consciente de que las cosas no son eternas. Esto también pasará, me dije…




Pero detrás de mi aparente fragilidad hay un gran entusiasmo por la vida, una fuerza extraordinaria que me hará resurgir de las cenizas. Momentos de cambio, pero también llenos de regalos, como el que hace unos pocos minutos acabo de tener. Gracias Miriam…

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