Es raro el perro que no se inmute cuando alguien le lanza una pelota o
una piedra. ¡Van como locos a por ella! Pues algo parecido es lo que
hacemos los humanos con los pensamientos. A la mínima que estos aparecen, ya
nos enganchamos a ellos…
¿Y qué tal si nos sentamos y los observamos? En eso consiste la
meditación, en observar los pensamientos sin identificarte con ellos. Quitarles
su significado…
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