lunes, 28 de agosto de 2017

¿Hubo beso?

 Ya lo dijo San Mateo: -Pedid, y se os dará-. Pedí bañarme en un río, y aunque nos tuvimos que trasladar unos cuantos kilómetros porque el más próximo estaba totalmente seco, al final nos bañamos en un río. En el horizonte se intuía una tormenta eléctrica y me dije que sería alucinante presenciarla en todo su esplendor, pues no recordaba haber visto una antes, al menos no con esa intensidad, y al final pudimos disfrutar de los rayos y relámpagos en primera fila y a resguardo de la lluvia. -¿Y qué pasa con lo que has pedido y aún no se te ha concedido?-, me suelta una vocecita charlatana de vez en cuando. Tiempo al tiempo, porque confío en que eso pasará cuando esté totalmente preparado para ello. -Buscad, y hallaréis-, también dijo San Mateo. Con la sensación de que lo que quiero existe... 

  
Y en los últimos compases de mi viaje por tierras aragonesas, hubo un momento de esos que te dejan enganchado al televisor sin pestañear, alimentando esa parte romántica que anhela un final de película. Un reencuentro bajo la lluvia, caricias en el pelo, besos castos y el sabor de lo que pudo ser y no fue. Él Lorenzo, ella Catalina, el sol y la luna que se fundían... otra vez... Y por aquí lo dejo, cada cual que escriba su final. A mí me inspiró volver al pasado disfrutando desde el más absoluto de los presentes...

No hay comentarios:

Publicar un comentario