A
veces, si no siempre, es mejor hablar claro y no andar con rodeos.
Sí, paso de dar vueltas sin sentido y prefiero ir directamente al
grano, coger un atajo que me lleve al quid de la cuestión sin perder
tiempo, porque a veces, sencillamente, no tenemos tiempo y debemos
actuar ya, aquí, ahora. Así que lanzo la pregunta: ¿Cuánto
te pagaron para olvidarte de tus sueños?
Ahora
solamente hay que ser valientes y honestos con nosotros mismos para
responderla. Si
estamos vivos, aún estamos a tiempo de cumplir nuestros sueños...
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