Como un lirón, anoche dormí lo que no estaba escrito. Así que desde las
nueve de la noche me fui a la cama y antes de las diez, justo después de leer
unas cuantas páginas del libro que estrené ayer, ya estaba roncando y soñando.
Los deberes están hechos y a punto estoy de entregar todo el material. Tal vez he acumulado cansancio, pero no lo he notado porque sigo muy motivado y entusiasmado…
Y una frase que me encantó del fin de semana pasado fue: «Si te dicen
egoísta, es que lo estás haciendo bien». Y dentro de casi nada, un merecido
descanso…
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