domingo, 4 de septiembre de 2016

La vida sigue en +

Cada travesía que hago es totalmente diferente a la anterior. En esta ocasión, la sorpresa fue llegar a la meta junto a mi amigo Manu. Si lo llegamos a planear, desde luego no hubiéramos estado tan sincronizados, pero la vida nos quiso hacer ese regalo. 



Y otro regalo inesperado fue conocer a Ari Betancort, que forma parte del Club La Vida Sigue en + y ayuda a personas con discapacidad a practicar triatlón o especializarse en alguna de sus disciplinas: nadar, correr o ir en bici. ¡Qué casualidad!, pero el martes pasado vi en la piscina a su pupilo en acción, y días después, en Punta Mujeres, conocí al entrenador, que habla desde el corazón y ennoblece con sus palabras a todo aquel que las escuche. Un auténtico lujo haberte conocido, amigo, y desde aquí te vuelvo a dar las gracias por este regalazo que me has dado. No se me ocurre un gorro mejor con el que nadar de ahora en adelante. Nadar en positivo, porque independientemente de lo que nos suceda, debemos ver la vida en positivo. Si aún estamos vivos, será por algo, así que vamos a aportar aquello que sabemos hacer en beneficio de los demás...




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