martes, 16 de agosto de 2016

Isla de Lobos

Estaba tan entusiasmado por recorrer Isla de Lobos y descubrir nuevos rincones por primera vez en mi vida, que no me importó andar con chanclas, pero al rato me empezaron a molestar…


De repente me encontré en la otra punta de la isla con heridas en los pies, así que tenía dos opciones: seguir con las cholas y que las rozaduras se hicieran más profundas, o andar descalzo a pesar de las piedras que adornaban el camino de tierra. Pero en seguida me dije que si he sido capaz de caminar sobre cristales o brazas sin cortarme ni quemarme, esto lo iba a conseguir seguro. Y así fue...




No hay nada como recordar las experiencias pasadas para que cualquier cosa que a priori vea imposible, la transforme en posible…

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