lunes, 22 de agosto de 2016

Espíritu deportivo

El sábado hice mi cuarta travesía y volví a disfrutarla. Aunque en los primeros metros el saboteador interno siempre trata de decirme que no lo voy a conseguir, conforme avanza la prueba me voy sintiendo con más fuerza y confianza, confiado en que puedo llegar a la meta. Esta vez no me desorienté y me dio tiempo hasta de parar y posar para la prensa. Incluso saludé a mi amigo el de la piragua. Ya te digo yo, que cada travesía tiene un sello particular…





Pero hoy, además, quiero compartir el buen rato que viví ayer en Famara. Fui a animar a mi motivador oficial, mi compañero de natación, y también me encontré allí con Bárbara, todo un ejemplo de superación y espíritu deportivo



A pesar de las cervezas que me tomé, me sentía en un ambiente sano. Por momentos he estado agotado, pero después me recargo de energía para seguir avanzando. Ya queda menos...

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