Mientras esperaba pacientemente detrás de la pantalla para hacer mi
entrada, Alba Serrano me sorprendió con su tema musical Llegaremos a tiempo, de Rosana Arbelo. Era una canción que había
decidido cantar inspirándose en el libro y no pudo hacer mejor elección. Y
después de proyectarse el booktrailer, me tocaba salir a escena. La primera vez
que lo hacía solo, sin la presencia de mi adorada Pepa, pero como bien dijo
Pino, ha sido interesante para salir de la zona cómoda. Así que cogí el
micrófono y empecé a improvisar, como siempre, uniendo palabras, formando
frases y transmitiendo con fuerza mi experiencia. Pura presencia, tanto que al
día siguiente me cuesta recordar qué conté y cómo lo conté. Pero llegó, el mensaje
llegó y una señora me dio las gracias porque le había dado muchas pistas. No me
concretó nada más, pero no me hizo falta preguntarle porque sentí a qué se
refería exactamente, las causas que la llevaron a padecer una enfermedad. Es
maravilloso recibir gratitud por algo que haces de forma natural y sin
esfuerzo.
Y a la mañana siguiente me rondó una reflexión: Yo no he decidido hacer
esto, jamás tuve el sueño de escribir un libro, pero parece que la vida me
ha puesto aquí para desempeñar tal función. Lo puedo hacer desde el
conflicto o desde la paz, y lo estoy haciendo desde la paz porque cada vez que
salgo solo hago disfrutar. Literalmente, me estoy dejando llevar…
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