jueves, 10 de marzo de 2016

¿Y si me toca la lotería?

Hace unos días me reía porque un amigo contó que un amigo tenía pánico a jugar a la lotería. Cada vez que iba a la administración a comprobar si su boleto estaba premiado, se le cortaba la respiración hasta que le confirmaban que no lo estaba. Menos mal, pensaría él, porque si le tocaba habría cambios en su vida…

Lo gracioso es que días después de recordar eso y seguir riéndome por lo cómico de la situación, me empiezo a reír mucho más al darme cuenta de que mi anterior versión, por así decirlo, no se diferenciaba mucho del amigo en cuestión, pues al jugar a la lotería me empezaba a agobiar pensando qué hacer si me tocaba el premio. ¿Y si gano dejo el trabajo? ¿Y qué voy a hacer yo con tanto dinero? ¿Lo ahorraría o lo gastaría? Era un suponer antes de tiempo y probablemente me asustaba que hubiera cambios en mi vida. Así era…

Hoy no juego a la lotería salvo en Navidad y, si me tocara el gordo, me preguntaría: ¿Qué nuevo proyecto u oportunidad puedo llevar a cabo con este dinero que me ha llegado sin esperar?



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