Abrí los ojos y allí estaba ella, como la primera vez, que apareció sin darme
cuenta mientras recibía mi sesión de belleza. Allí estaba otra vez, a mi lado,
sonriéndome, recordando la experiencia de esa primera vez cuando posó sus manos
sobre mi pecho y me llenó por dentro. En su momento no sé lo que me hizo pero
mi cuerpo reaccionó quedándose sin aliento, como si le faltara el aire pero en
realidad se estaba llenando de aire, de vida, de entusiasmo por confiar en los
milagros. Ayer volvió a estar a mi lado y juntos volvimos a recordar ese
milagro, esa experiencia que hay que vivirla para tener la certeza de su
existencia…
Ayer fue mi momento, todos son mis momentos y los puedo compartir con
el resto pero no cederlos. Ayer fue otra vez mi gran momento, momento que
volví a vivir con el más pleno de los agradecimientos…
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