miércoles, 23 de marzo de 2016

Un revolcón cariñoso

Vino hacia mí y lo acaricié. Se excitó tanto que empezó a moverse a mi alrededor y, mientras lo hacía, con más intensidad lo acariciaba. Lo intentaba abrazar y con su fuerza me tumbaba, revolcándonos por la sala como dos enamorados, lamiéndome la cara y dejando que sus babas se posaran. Era un juego de dos, una relación de dos, dando cariño y recibiendo cariño a partes iguales, derramando cariño donde había falta de cariño, llenando un hueco y ejerciendo la función que últimamente me había negado a mí mismo. Gracias por este gran regalo y haberme enseñado…


Y del perro paso al león, pues esta noche veré el musical “El Rey León”. Gracias, gracias, gracias por este proceso liberador que estoy viviendo...

Y ahora también toca buscar la oportunidad en algo inesperado que ha pasado...

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