Un párrafo que tuve la inmensa fortuna de leer antes de que el libro fuese publicado…
“Comprendí que, durante mucho tiempo, no consideré a mi familia como un entorno abierto y seguro para la expresión de mis emociones y sentimientos, para comunicar aquellos asuntos que verdaderamente eran importantes y tenían una repercusión emocional en mí. Vi cómo, por conductas aprendidas y vibradas dentro de la familia, me aislaba en mí misma, tenía miedo de ser juzgada y no aceptada” (Sea más feliz que el Dalai Lama).
Y al leer el párrafo todo comenzó a cambiar…
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