¡Esqueroso! Eso es lo que a veces decíamos cuando éramos niños porque no
sabíamos pronunciar bien las palabras. ¡Eres un esqueroso, que te estás sacando
los mocos de la nariz con el dedo! ¡Eres un guarro esqueroso, que comes con las
manos sucias…!
Lo que me da gracia ahora es escuchar ese mismo término para referirse a
aquellas personas que siempre están poniendo excusas. Cuando les propones que
hagan esto o aquello porque les va a venir bien, siempre salen con un “es que”
esto o “es que” lo otro. Pues eso, son unos esquerosos porque siempre anteponen
un “es que” ante cualquier posibilidad de acción que suponga un cambio…
¿Y tú, eres
un esqueroso?
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