martes, 10 de marzo de 2015

Angelito de la guarda

Entre las cosas que me emocionaron el domingo pasado y por las que decidí quedarme hasta el final, fue cuando una mujer le dice a otra, con agradecimiento pleno y con la emoción a flor de piel, que siempre ha sido su ángel de la guarda y que, gracias a ella, estaba allí. Fue escuchar esas palabras y acordarme de mi angelito de la guarda, ese angelito que un día apareció en mi vida y que con una simple recomendación cambió el curso de las cosas. Ese angelito con el que he crecido y compartido, y que en parte yo también me he convertido en su ángel de la guarda. Dos personas que nos queremos por encima de todo, aunque cojamos rumbos diferentes o percibamos las cosas de distinta forma. Siempre ahí, apoyándonos y comprendiéndonos. Seguirás siendo mi angelito de la guarda. Seguiré siendo tu angelito de la guarda...


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