jueves, 25 de julio de 2013

Un tablero de ajedrez

La vida es como una gran partida de ajedrez. Las fichas somos todos los seres que habitamos el planeta y el jugador, el único jugador, es el universo que todo lo mueve.


Si un peón no se moviera, su vida peligraría y estaría abocado a la muerte, pero si empieza a caminar tendría más posibilidades de alcanzar su máximo potencial, pudiendo llegar a convertirse en una pieza de más valor si llega al final del camino. Si no alcanzara esa meta, al menos tendría la sensación de morir viviendo...
A veces nos aferramos a lo que conocemos, a ese cuadro blanco o negro, y nos resistimos a caminar porque pensamos que ese cuadro es todo lo que hay, pero el jugador sabe que hay mucho más y te hará moverte, de alguna u otra manera, dándote las señales necesarias para que despiertes y desconectes de la idea de que tú eres lo que crees que eres, porque tú eres más que eso, mucho más, o algo totalmente distinto a lo que crees que eres. El jugador querrá que experimentes y te dejes fluir para que conectes con tu ser, llegando así a un estado de paz absoluta y logrando tu máximo potencial.
Simplemente hay que confiar en el proceso de la vida, así estaremos a salvo...

1 comentario:

  1. Me estaba poniendo al día con el blog, y he de decir que este post me ha encantado. Un besazo amigo mío!

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