jueves, 18 de julio de 2013

Encontré mi libro

Siento que encontré mi libro, y no es que lo haya perdido y, después de buscar y buscar, haya vuelto a aparecer, no, simplemente siento que éste es el libro que debo leer porque me ayudará a seguir mi camino...
 
 
Sin saber de qué iba, en un mismo día y desde dos focos totalmente diferentes, me llegó el título del libro, así que parece que algo o alguien quiere que lo lea, y por eso lo compré, y lo estoy leyendo, aunque más que leerlo lo estoy saboreando, poco a poco, y cada vez que lo leo me acuerdo de todo lo que aprendo en mis clases de meditación...
 
Hoy quiero compartir un pequeño extracto de sus páginas iniciales:
 
"Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. No es cuestionable; cualquier cosa que esté en ese Libro de la Ley es nuestra verdad. Basamos todos nuestros juicios en él, aun cuando vayan en contra de nuestra propia naturaleza interior. Durante el proceso de domesticación, se programaron en nuestra mente incluso leyes morales como los Diez Mandamientos. Uno a uno, todos esos acuerdos forman el Libro de la Ley y dirigen nuestro sueño.
 
Hay algo en nuestra mente que lo juzga todo y a todos, incluso el clima, el perro, el gato...Todo. El Juez Interior utiliza lo que está en nuestro Libro de la Ley para juzgar todo lo que hacemos y dejamos de hacer, todo lo que pensamos y no pensamos, todo lo que sentimos y no sentimos. Cada vez que hacemos algo que va contra el Libro de la Ley , el Juez dice que somos culpables, que necesitamos un castigo, que debemos sentirnos avergonzados. Esto ocurre muchas veces al día, día tras día, durante todos los años de nuestra vida.
 
Hay otra parte en nosotros que recibe los juicios, y a esa parte la llamamos "la Víctima". La Víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza. Es esa nuestra parte que dice: "¡Pobre de mí!. No soy suficientemente bueno, ni inteligente ni atractivo, y no merezco ser amado. ¡Pobre de mí!". El gran Juez lo reconoce y dice: "Sí, no vales lo suficiente". Y todo esto se fundamente en un sistema de creencias en el que jamás escogimos creer. Y el sistema es tan fuerte que, incluso años después de haber entrado en contacto con nuevos conceptos y de intentar tomar nuestras propias decisiones, nos damos cuenta de que esas creencias todavía controlan nuestra vida".
 
Sólo les digo una cosa más, que quiero seguir leyendo...

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