martes, 20 de noviembre de 2012

Reencuentros

Hoy me he vuelto a reecontrar con mi compañero Alejandro. Las circunstancias han hecho que, durante estos dos meses, no hayamos coincidido en el trabajo porque, o bien yo estaba de baja médica o de vacaciones, o bien él estaba disfrutando de sus merecidas vacaciones, pero hoy sí hemos coincidido, así que será un día estupendo, espero, sobre todo porque compartiremos nuestro desayuno de las 10, aunque los hábitos han cambiado; antes nos atiborrábamos de galletas y un café de máquina y ahora yo siempre traigo mi sandwich triple y un zumito, pero lo importante es pasar un rato agradable, independientemente de lo que comamos. Y en ese club del desayuno de las 10 también incluyo a José Luis y Yaya, que si no se me ponen celosos, jeje.

Y la vida a veces va de eso, de reencuentros. Reencontrarte con un lugar, con una situación pasada, con una persona a la que hacía tiempo que no veías, e incluso reencontrarte con una persona que forma parte de tu círculo actual de amistades, pero que ahora conectas de una forma especial, tal vez por las circunstancias. El mundo es como una gran caldera en la que se está cociendo el guiso de la vida, se va removiendo y removiendo a fuego lento, ahora puedes estar aquí, junto a una cebolla, pero dentro de un rato estarás junto a un calabacín; tal vez permanezcas junto al calabacín hasta que el guiso llegue a su fin, o tal vez se siga removiendo el caldo y te vuelvas a reencontrar con la cebolla, o con una zanahoria que dé un nuevo color a tu vida. El caldo fluye como un campo energético y tú no debes resistirte, sino dejarte llevar, y disfrutar al máximo donde quiera que te lleve, pero sobre todo sintiendo que quieres seguir formando parte de este caldo...de la vida.



1 comentario:

  1. Qué metáforma más bonita y original, nos ha gustado :) Espero ser un ingrediente que te acompañe muuucho tiempo (no te vas a librar de mi jeje). TQM amigo!!

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