lunes, 5 de noviembre de 2012

La costa toscana

Hoy quiero continuar relatándoles mi viaje por la Toscana. Lo había dejado en que salíamos de Florencia con dirección a Siena. Bien, después de llegar al hotel, con algún que otro apuro porque el callejero de la ciudad es caótico, salimos con la intención de ver lo principal de la misma. No tengo ninguna foto propia que lo atestigüe, pero cenamos en una de las plazas más bonitas que recuerde, por lo menos original, ya que su forma es semicircular y el suelo estaba inclinado. Se llama Piazza del Palio y es famosa porque se suelen celebrar carreras de caballos y desfiles. También vimos la catedral de Siena, obra maestra del arte románico. Una ciudad italiana sin una gran catedral...es casi una utopía.
 

Piazza del Palio

 
Al día siguiente partimos con dirección a Grosseto y la costa nos esperaba. Me imaginaba encontrar una costa acantilada y me encontré con lo que se ve en la siguiente foto, kilómetros y kilómetros de extensas playas de arena blanca.
 


La ruta siguió bordeando la costa hasta llegar a Quercianella, donde nos alojamos en el Hotel Villa Margherita, que siempre recordaré por su maravilloso desayuno en la terraza junto al mar. Para los más golosos, les diré que había una gran variedad de tartas caseras de todos los sabores...madre mía...mejor dicho...MAMMA MÍA!!!
 


Pero antes de llegar a Quercianella hicimos algunas paradas. La primera de ellas fue en Castiglione della Pescaia, donde aprovechamos para almorzar, que ya las tripas rugían. En esa ocasión pedí un filete de pescado blanco al gril y, como guarnición, unas deliciosas papas con tomate y aceitunas negras que le daban un gusto excelente. Se nota que me gusta la comida, ¿¿¿verdad???
 



La siguiente parada fue en Piombino, localidad situada en un cabo justo enfrente de las islas del Archipiélago Toscano.
 



Y ya, casi anocheciendo, llegamos a Quercianella. Como dicen que desde la costa toscana se ven las mejores puestas de sol del planeta, intentamos verla, pero no llegamos a tiempo. ¡Otra vez será!
 



Ya comenté que, por algunas escenas de la película que casi todo el mundo ha visto, "Bajo el Sol de la Toscana", esperaba encontrar una costa más abrupta y llena de acantilados, que por supuesto los hay, pero nunca me imaginé que hubiera tantas y bonitas playas, aunque ninguna como mi Famara, eso sin lugar a dudas, jeje!

Y si alguien no ha visto la película, pues la recomiendo, que es muy entretenida, además de que se ven muchas imágenes de esta bonita región italiana. ¡Hasta pronto!
 


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