lunes, 3 de julio de 2017

Sin subidas ni bajadas...

Sí, lo he dicho muchas veces, hacer algo por primera vez es algo que me encanta, pero la sensación de hacer una carrera sin tener ni idea del recorrido, también me encanta. No espero nada y me lo espero todo, así que conforme avanzaba me sorprendía con las subidas y bajadas, pues hubo unas cuantas aunque no tan pronunciadas. Un viento demoledor en contra, sobre todo cuando bajaba por la montaña, pero aún así no fue motivo suficiente para dejar de hacerla. Mi saboteador interno sabe que necesita otros argumentos si quiere que desista del intento. Y esa es la clave, intentarlo aunque fracases y no quedarte con las ganas… Presencia, mucha presencia para no tropezar y subidas y bajadas que me inyectaban de fortaleza y confianza. De menos a más, sin prisa pero sin pausa. Además, como ya he comentado alguna que otra vez, sin subidas ni bajadas la vida se apaga… Otro pasito más para hacer realidad el gran reto de la temporada…


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