lunes, 10 de julio de 2017

La llave

Día frío y nublado, pero allí estaba corriendo mientras miraba al macizo que, como siempre, me estaba cobijando. Famara, no podía elegir un mejor escenario, y aunque de primeras no lo supe ver me volvió a ofrecer un gran regalo: mostrarme todo aquello que no quiero ser. La llave que me faltaba cerró definitivamente la puerta del pasado…


Y después, ya en otro rincón de la isla, salió el sol y no pude sino volver a  decir «Gracias cáncer». La enfermedad me ofreció la llave para descubrir los hábitos de infelicidad y abrir la puerta al cambio…

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