martes, 22 de julio de 2014

Dime cinco cosas buenas

El otro día me encantó ver a alguien aconsejando a una pareja que estaba pasando por una aparente crisis sentimental. Parecía una especie de psicólogo o terapeuta de parejas, escuchando atentamente lo que ambos decían, intentando mediar entre ellos y ser lo más neutral posible. Entonces, aprovechando que uno de ellos se había ausentado, le salió de forma espontánea, o eso me pareció a mí, aconsejar a la otra persona con lo siguiente: esta noche pídele que te diga cinco cosas buenas, para que recuerde todo lo bueno que tienes y no sólo se centre en lo malo. A mí, que estaba presente en la conversación escuchando pero no interactuando, me pareció sencillamente brillante. Es una forma de construir en lugar de destruir. Vamos a dejar de criticar y juzgar y centrémonos en elogiar lo bueno de los demás...


Vale, si no podemos llegar a cinco, al menos tres, o por lo menos una, pero que lo que se reconozca de la otra persona sea positivo...

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