Acabó mi aventura en solitario, pues durante unos cuantos días estaré acompañado de mi gran amiga Lucía. Ayer fue nuestro reencuentro y hoy nos espera un largo trayecto en guagua en dirección a Pokhara, rumbo al Himalaya... Y aquí estamos hablando de todo un poco, dos libros abiertos, poniéndonos al día y estallándonos de la risa al preguntarnos cómo carajos dos conejeros de una isla tan diminuta hemos acabado aquí... La respuesta la sabemos, porque así lo hemos elegido, la vida nos va a regalar este viaje, como siempre me repetía Lucía, porque ni los sueños son imposibles ni los soñadores pequeños...

No hay comentarios:
Publicar un comentario