Esto es como el juego de la oca, que vas saltando de casilla en casilla, pero con aviones... De vuelo a vuelo y cojo otro vuelo, así hasta llegar a tu destino, pero yo me las arreglo para hacer paradas estratégicas y recibir abrazos -y bocadillos- que llenan mi alma -y mi barriga-.
Noto el cansancio, pero es parte de la aventura... Y leí esta frase: "Tengo todo cuanto quiero, porque lo más hermoso del mundo es gratuito".

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