sábado, 28 de octubre de 2017

La boda

Será un honor asistir a la boda, un privilegio ser su invitado. Cierro los ojos y sonrío al recordar sus bellas palabras que me hicieron llorar. Me cogió de la mano y me dijo que tenía la sensación de que estaba pasando por lo que estaba pasando porque con mi experiencia iba a ayudar a otros a sanar. Me llenó de esperanza… Imposible olvidar todo lo compartido a su lado, empezó siendo mi enfermera y se ha convertido en mi amiga, de esas que pellizcan el alma y sonríes al recordarla sin tener la necesidad de verla. Y cada vez que voy de viaje es un placer escribirle una postal, una postal que alimenta nuestra amistad, que crece y se hace más fuerte. Ese es el mayor regalo que nos podemos otorgar…


Tu felicidad será mi felicidad, tu alegría mi alegría, tu entusiasmo conectará con mi entusiasmo. Lo que tenga que venir vendrá y no sé si alguna vez nos dejaremos de ver, pero nuestros corazones ya están conectados para siempre. Mi deseo, que sigas comiendo muchos meros, abaes, sargos y viejas y me invites de vez en cuando, jajaja… Claro que te casas, ¿por qué no lo ibas a hacer? ¡Felicidades!

No hay comentarios:

Publicar un comentario