jueves, 6 de agosto de 2015

Miedo, ¿dónde estás?

Cuando detectas un miedo tienes dos opciones, guardarlo en un cajón y tratar de ocultarlo, lo que te haría vivir de forma limitada y fingida, viviendo con miedos pero aparentando que no tienes miedo, o reconocerlo y tratar de afrontarlo. Eso mismo, reconocer un miedo, se está convirtiendo en un regalo, porque cuando lo identifico y lo miro de frente, empieza a difuminarse. Sí, señores, tengo miedos, claro que tengo miedos, y no trato de decir lo contrario, por supuesto que no. Sería interesante que fuéramos sinceros con nosotros mismos. A veces no soy consciente de esos miedos y por eso digo que no tengo miedo, pero cuando los descubro, madre mía, qué alivio verlo y reconocerlo. Tengo miedo y es importante saber aquello que tememos para que nos deje de dar miedo. ¿Quién soy? No tengas miedo de mirar quién eres, conócete a ti mismo...



Y por aquí dejo otro de los preliminares de la maestría de Reiki Shin Do: “Conócete a ti mismo. Contempla lo que realmente eres y suelta cualquier creencia autolimitante”.

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