jueves, 12 de febrero de 2015

Ahora no te puedo atender

No sé si les ha pasado que el cuerpo se empieza a mover sin ton ni son. A mí sí, algunas veces, sobre todo cuando medito, y la sensación es maravillosa porque eres consciente de que no estás controlando nada, son movimientos involuntarios que van y vienen. Cuando eso sucede, normalmente tienes la mente en blanco, con cero pensamientos. La paz brota, la risa nace, sobre todo la risa, al menos en mi caso, porque aunque te cueste creerlo (a veces hay que vivirlo para creerlo), el cuerpo está a su libre albedrío y tú simplemente te dejas llevar. Y eso me da risa...

El otro día me volvió a pasar con la meditación. Estaba disfrutando de esa bendición y, de repente, un pensamiento quería enturbiar ese momento de paz. Pero unas palabras salieron de mi interior con total claridad: ahora no te puedo atender, en este momento estoy ocupado. Y la risa inundó mi ser por tal ocurrencia. Ven más tarde si quieres, y me seguía riendo. Soy un hombre, no puedo hacer dos cosas a la vez y ahora estoy ocupado en esto, y me volvía a reír. Por todo me reía, aunque fuera por esa creencia tan limitante de que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez. Me vino como anillo al dedo...



Fuera pensamientos, disfruté del momento. Lo recuerdo y me sigo riendo...

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