miércoles, 29 de octubre de 2014

En silencio

Un día en New York escribí esto...

Una mañana gris pero no lluviosa, tomando un té de manzana picante cerca del Central Park. A veces los ratos de silencio resultan reconfortantes, silencios que te ayudan a conectarte con lo que verdaderamente eres, paz. A veces es necesario acallar esos focos de conflicto y el silencio es primordial para ello. Callarse hasta que las palabras sean más importantes que el silencio. Hoy me apetece estar callado, en silencio, utilizando la voz únicamente para lo imprescindible, para preguntarle a la dependienta cuánto es el té, para preguntar por una calle si estoy perdido...aunque ni para eso hay que hablar, porque si estás perdido ya te encontrarás...

Aquí, divagando en el Café Europa de la 7ª Avenida con la 57th St de la gran manzana, degustando un té que me sabe a manzana, mejor dicho, que me huele a manzana, porque aún no lo he probado de lo caliente que está. Gracias silencio. Gracias a las palabras que puedo escribir en silencio. Estando en New York en silencio, ¡qué contrariedad!"

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