miércoles, 22 de octubre de 2014

Con bici en Central Park

Una cosa es andar en bici por tu pueblo y otra bien distinta es hacerlo por la ciudad, sobre todo cuando hay carriles bicis y señales varias que debes de respetar. Bueno, lo de las señales y normas no lo tengo tan claro, y encima cogí una bicicleta sin saber muy bien qué debes y qué no debes hacer. A saber si te tienes que sacar antes un carnet y yo cometiendo un delito...


Recorrer el famoso Central Park con bici ha sido otra de las experiencias vividas y altamente recomendables. Es verdad que no todos los senderos son transitables con las bicicletas, pero lo que puedes hacer es bajarte y hacer algunos tramos a pie, sobre todo si quieres llegar a algunos rincones...




Lo de que no sabía muy bien qué hacer o no hacer fue porque en una de mis maniobras salgo del parque y me ví en medio de la quinta avenida, creo recordar, pasando calles y calles intentando volver otra vez al parque pero sin saber muy bien por dónde entrar. Además, yo no veía ningún carril bici y tampoco sabía si podías pasar por la acera o ese espacio está sólo reservado para los peatones. Y encima un policía mirando, al que muy amablemente le pregunté que por dónde se entraba, pero ni él estaba seguro de la respuesta. Eso sí, no me dijo absolutamente nada, así que debe ser que no estaba cometiendo ninguna infracción, jeje. Al final seguí avanzando y la encontré...




En fin, que fue un subidón esto de coger la bici en New York...

Y también decir que ayer me reencontré con mis compañeros y amigos de meditación. Me sigue sorprendiendo y agradando a partes iguales esa forma que tenemos de saludarnos, dándonos un abrazo intenso como si hiciera tiempo que no nos viéramos. En mi caso es verdad que hacía tres semanas que no me veían, pero es que si sólo hubiera pasado un día, el saludo no hubiera cambiado ni un ápice ni bajado en intensidad. Gracias...

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