jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Y si mañana fuera el fin del mundo?

¿Te has planteado qué harías si mañana fuera el último día de tu vida? ¿Te has puesto a pensar qué harías si te dijeran que mañana será el último día de tu existencia y fueras consciente de ello?

Yo sí lo he pensado...y creo que lo tengo claro. La verdad es que tienes tan poco tiempo de reacción, sería de hoy para mañana, que hacer un viaje a Nueva York o París sería malgastar demasiadas horas en un avión...aunque si llegas a tiempo merecería la pena porque estas dos ciudades, mis dos ciudades favoritas, enamoran...

No, yo desecharía la idea del viaje, tendría que aprovechar el tiempo aquí. ¿Qué haría? Creo que me levantaría supertemprano, o no dormiría, total, ya dormiré después eternamente...así que desde muy temprano estaría pelando papas y batiendo huevos...para hacerme una tortillita...una tortilla para hacerme un bocadillo y envolverlo entre servilletas y platina, para que se mantenga calentito. A esa tortilla le daría un poquito de alegría, le añadiría un toque especial, mi ingrediente estrella, los dátiles.... Así estaría haciendo una de las cosas que más me gustan, cocinar, aunque no se crean que sé mucho de cocina. Por ahí dicen que sólo sé hacer cinco cosas, pero esas cinco cosas me salen...de maravilla, jeje!



¿Dónde me comería esa tortilla? Una tortilla como la mía, con calabacín, atún, jamón, queso y dátiles...entre otros ingredientes, merecería ser comida en un lugar especial, un lugar que me aporte paz y serenidad. A estas alturas del encuentro, sabrán a qué lugar me refiero, así que directamente les voy a poner una imagen porque, como bien dice el dicho, una imagen vale más que mil palabras...



A la playa podría ir con toda la gente que quiero, con mi sobrino, con mis amigos...pero un momento lo reservaría exclusivamente para mí. Sólo desearía que estuviera la marea vacía para poder recorrerla de punta a punta mientras escucho música mirando al macizo que me inspira. Daría igual que lloviera o hiciera viento, necesitaría ir a Famara para despedirme de ella y verla por última vez...

El día se acaba, sí, pero un tiempo valioso lo tengo reservado para mi familia. Daría besos, repartiría caricias y daría las gracias por tener la familia que tengo. A mi madre...a mi madre creo que no le tendría que decir nada más...sólo darle las gracias nuevamente por haberme dado la vida, por haberme dado el ser y el regalo, el inmenso regalo, de poder vivir esta vida. Nos despediríamos sabiendo que nos vamos a reencontrar, en algún lugar, porque el vínculo entre una madre y un hijo es ilimitado...

Y para terminar, me gustaría quedarme acurrucado, sintiéndome protegido, entre los brazos de la persona que más quiero...para así recordar ese momento eternamente...

Espero que mañana no sea el fin del mundo...aunque eso haría si tuviera el privilegio de saber que mañana será mi último día, pero desgraciadamente no lo sabemos...así que deberíamos vivir cada día como si fuera el último...y amar la vida ¿Y tú, qué harías?

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