lunes, 20 de agosto de 2018

Tres segundos son suficientes


Miradas que se cruzan y hacen que el ruido enmudezca y todo a tu alrededor se detenga. Tres segundos son suficientes para vivir una apasionada historia, tres segundos en los que saltan chispas que se pueden apagar o avivarse aún más con la mirada, que sigue intacta, sin pestañear, comunicándote sin hablar, tiempo suficiente para decidir apartar la mirada o continuar, imaginar el sabor de los besos desde la distancia y permitir que la química de los cuerpos se revolucionen por dentro… ¿Existirán esas historias fugaces que podrán ser recordadas toda una eternidad?



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