lunes, 6 de agosto de 2018

Conversaciones que sanan...


Testigo, sí, fui testigo de conversaciones que sanan… Huir, apartar la mirada y seguir, o enfrentar la situación y liberar la presión que estrangula tu garganta. El miedo a lo que más temes puede aparecer reflejado en la otra persona, y no en cualquier persona, sino en tu amiga y aliada, aquella a la que tanto amas. La enfermedad la visita y tu miedo a la enfermedad emerge sin avisar, desempolvando viejas heridas por pérdidas pasadas… Y se habla, comunicar nuestro temor ayuda a desbloquear y sanar. Y la otra, aquella que es temida, permanece compasiva, centrada, pues esos miedos no son de ella sino del entorno que los crea. Y confía en la vida, sigue confiando en la vida… Y yo, que era testigo de la conversación, las admiraba, a las dos, por el amor que se profesaban…



No hay comentarios:

Publicar un comentario