miércoles, 14 de enero de 2015

Abajo la exigencia

Pensé que ya no era exigente conmigo mismo, porque antes pecaba mucho de eso y a veces arrastraba a los demás, pero de vez en cuando vuelve un halo de exigencia, exigencia conmigo mismo, que anula mi sentir. Pero eso no me hace venir abajo, sino que lo observo y al descubrir otra vez esos episodios me alegro y enseguida trato de modificarlos, entre otras cosas porque me restan bienestar. Abajo la exigencia...


...y arriba el corazón, porque eso es lo que estoy haciendo, actuar conforme a lo que siento. Hablando con el corazón, regalando angelitos que portan un corazón, haciendo las cosas con corazón, queriendo de corazón...


Sí, definitivamente, abajo la exigencia y arriba el corazón...

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