jueves, 20 de noviembre de 2014

Nunca llueve a gusto de todos

Hace unos cuantos años trabajaba de guía turístico y una de mis funciones era visitar a los turistas en sus respectivos hoteles y darles información sobre la isla y posibles excursiones a realizar. Recuerdo que yo siempre les decía que en Lanzarote apenas llovía, si acaso veinte días al año, así que si tenían la ocasión de presenciar un día de lluvia en la isla la gente local se pondría muy contenta, porque les encantaba ver llover, sobre todo por lo poco acostumbrados que estaban y porque era bueno para que las tierras dieran su fruto, pero que ellos, los turistas, tendrían muy mala fortuna si así ocurriera. En fin, el dicho es que nunca llueve a gusto de todos. Pero si ahora volviera atrás añadiría decirles que tanto sin lloviese como si no, disfrutasen del momento...

Hoy ha sido uno de esos escasos días de lluvia en Lanzarote. Desde la vista privilegiada de mi ventana pude ver la masa gris de nubes acercándose poco a poco a la ciudad...


Y de repente, durante 25 minutos exactos, empezó a descargar todo su contenido sin piedad...




Se habrán quedado a gusto, habrán liberado todo lo que les sobra y a seguir fluyendo con la vida. Y mientras, aquí unos estarán celebrando esas gotas de vida que proporciona la naturaleza, y otros estarán angustiados por verse atrapados en medio del diluvio. Nunca llueve a gusto de todos, pero tanto a unos como a otros les diría que aceptaran y disfrutaran el momento...

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