No hace exactamente un año, pero hoy lo recuerdo especialmente porque fue justamente el domingo víspera del coso de carnaval de la ciudad de Arrecife. Un domingo como el de ayer, un grupo de personas se reunieron sin saber que iban a pasar por una serie de pruebas que les harían romper con muchos límites y que regresarían a sus casas con su confianza renovada. Hicimos que lo que creíamos imposible se convirtiera en posible, y por eso fuimos capaces de caminar sobre el fuego sin quemarnos o andar sobre el cristal sin cortarnos, romper flechas o tablas de madera y hasta doblar varas de metal sin lastimarnos...
...y todo esto para creer en nosotros mismos y confiar en que somos seres ilimitados, capaces de vencer nuestros miedos, capaces de todo...
Al día siguiente amanecí sin voz, pero confiado más que nunca en que podía superar mi reto...
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